Jon ORMAZABAL
LA VUELTA

El Angliru colma los anhelos de Froome y Contador

El corredor madrileño se despidió de la carrera con una victoria memorable en la última llegada en alto, en tanto que el líder británico del Sky no dejó dudas de que es el más fuerte del pelotón internacional.

El Angliru, una de las cimas con más literatura de los últimos años, colmó ayer los anhelos de Chris Froome, que por fin consigue enlazar dos grandes como el Tour y la Vuelta, y la de Alberto Contador, que tuvo la despedida perfecta con su triunfo en la cota asturiana, en una jornada a la que solo pudo pedir un puesto en el podio de hoy en Madrid, que se le quedó a solo 20 segundos. En otra de las grandes batallas de la penúltima etapa, fue Ilnur Zakarin (Katusha), el que se hizo con ese tercer escalón en la capital española.

El de ayer no era un día cualquiera, era el día del Angliru, el día en el que se sentenciaba la Vuelta y la última oportunidad de Contador de cerrar su trayectoria con un triunfo y tanto el madrileño como Chris Froome, ahora mismo con otras aspiraciones que las de el de Pinto, no fallaron en su día D, cada uno a su estilo.

Así se vio desde el inicio, cuando el potente Sky tuvo la colaboración del Trek de Contador, también del Astana de Superman López, para controlar una jornada corta pero intensa, con la emoción concentrada en los los últimos 45 kilómetros con tres puertos de entidad. Para empezar el Alto de la Cobertoria (1a, 8.1 kms al 8.6 por ciento), donde el Bahrein de Nibali, otro aspirante a la gloria, tiró en cabeza a 1.25 del grupo en fuga, con el polaco Marczynski encargado de coronar.

Lluvia en la Cobertoria

En esa primera ascensión de entidad hizo acto de presencia la lluvia, invitada que siempre incomoda a un Froome que se siente mucho más seguro sobre seco. Sin embargo, el británico, muy bien acompañado en todo momento por casi la totalidad de su equipo no tuvo ningún tipo de problemas.

Ya con sol y viento en contra, un hombre de Contador, el colombiano Pantano, marcó el ritmo de ascensión mostrando ciertas debilidades en principalmente Fabio Aru y López, que veía imposible su tercera etapa.

Por delante, la escapada del día, bajo control desde su gestación, languidecía con Bardet, los hermanos Yates y Marc Soler como únicos supervivientes.

El siempre peligroso descenso del Cordal puso al pelotón en fila india y Soler, por delante, Nibali y De la Cruz se fueron al suelo en la guerra de nervios instalada en carrera.

Con Marczynski escapado con 1.40 minutos de renta, Contador decidió arrancar desde lejos junto a su compañero Pantano y Enric Mas, ex corredor de la fundación del de Pinto.

El muro de la Vuelta

Así que, con Marczynski todavía destacado de entre los integrantes de la escapada que seguían por delante, Contador inició el ogro de la Vuelta, on sus 12.5 kms al 9.8 y rampas del 23 por ciento, con 40 segundos de ventaja dobre el pelotón, comandado por el Sky de Froome.

Las rampas del Angliru agruparon en cabeza de carrera a Simon Yates, Soler y Bardet como integrantes de la fuga del día, con Alberto Contador lanzado a por su gran anhelo.

En la Cuesta de Les Cabanes, al 18%, el de Pinto se quedó solo con Soler, que cedería al siguiente hachazo del de Trek, quien se esfumó a 5,4 kilómetros de meta. Por detrás, nadie ponía en solfa el rimo del Sky, que en Les Cabres dejó solos a Froome con su inseparable Poels que, con su misión cumplida, no quisieron amenazar la epopeya de Contador.

Froome: «Es una sensación increíble»

El británico Chris Froome, líder del equoipo Sky y virtual vencedor de la Vuelta 2017, explicó tras llegar a la meta que el triunfo final es una «sensación absolutamente increíble» y felicitó a Alberto Contador, del Trek, por su victoria en el Alto de L'Angliru, que calificó como «una manera genial de acabar su carrera».

«Es una sensación absolutamente increíble. El Angliru nunca decepciona porque es una subida brutal», declaró el corredor en la cima de este coloso, en la que reconoció que intentó atrapar al ciclista madrileño en el tramo final de la etapa, pero no pudo porque «estaba demasiado lejos» para él y su compañero de equipo, Wout Poels, con el que llegó a la meta.

Dio unas «gracias enormes» a sus compañeros en el Sky, «por el trabajo que han hecho en las últimas semanas», agradeció Froome. GARA