El sorteo y la mar dictan sentencia
Sin peligro alguno de que se suspenda la regata por el mal tiempo, se teme que el viento tenga culpa de la diferencia entre las calles.

La semana pasada el Mar Cantábrico parecía una balsa de aceite, sobre todo en la regata masculina, de modo que se rompieron los registros de la Bandera de La Concha a una jornada, hasta el punto que las cuatro traineras que bogarán en la tanda de honor clavaron un tiempo inferior a los 19 minutos y 8 segundos; las marcas de Urdaibai y Hondarribia, simplemente se salieron de las tablas.
Pero hoy difícilmente se repetirá tal placidez, ya que se prevén viento y olas de hasta dos metros. Y cierta diferencia entre calles. Así pues, el sorteo de calles, casi tanto como la regata, tendrá mucho que decir en el desenlace.
La exhibición de Urdaibai puso al resto –Hondarribia incluida– deseando que la bahía de la Concha mostrara una faz más agreste para este mediodía. Con mar en calma y sin disparidad entre las calles, los 4,28 segundos de ventaja de la «Bou Bizkaia» –sobre Hondarribia– se antojaban muy difíciles de remontar; qué decir de 9,78 segundos de diferencia respecto a Orio y los 14,12 sobre Kaiku.
Pues bien, aquí están el viento y la mala mar, y lo que es más importante, se mantiene la garantía de que habrá regata, ya que se estima que el viento llegará a máximas de 25 kilómetros por hora, manteniéndose entre los 12 y los 24, por debajo de lo que se estima como límite de seguridad.
Y en todo caso, el entrenador de Urdaibai, Joseba Fernández, se mostraba confiado en la previa. «Habrá que hacer frente a la mala mar. Pero nosotros y los demás, también, y además creo que ya hemos demostrado que podemos remar bien con viento y olas», explicaba.
Hibaika y su estela
Si la presumible mala mar hace que los segundos de Urdaibai se antojen pocos, ¿qué decir de los 2,66 que tiene Hibaika sobre San Juan en la regata femenina? Puestos a aventurarse, hasta los 10 segundos de retraso de Orio parecen remontables, vistas las condiciones que se avecinan.
«Sería una sorpresa para todos: para las rivales y también para nosotras. Pero nunca se sabe, y cuando hay olas, 10 segundos tampoco son tantos», reflexionaba la remera de la «Txiki» Lukene Lizaso.
La patrona de Hibaika, Naroa Galdos, en cambio, no teme las posibles malas condiciones. «Hemos visualizado el triunfo muchas veces, y es mucho más emocionante competir cuando hay mala mar», aventuraba.

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