Mikel INSAUSTI
TU MEJOR AMIGO

Confirmado: los perros tienen más vidas que los gatos

La relación del cineasta sueco Lasse Hallström con los canes viene de lejos, porque se dio a conocer internacionalmente con la película “Mi vida como un perro” (1985), aunque ya solo fuera por el título, pues en realidad trataba de un niño abandonado. En cambio, sí pudo retratar el abandono de uno de esos animales de cuatro patas, cuando hizo un excelente remake del clásico japonés “Hachiko” (2009). Pero el buen sabor de boca canino que dejó con esa película protagonizada por Richard Gere del lado humano, se desvanece con “Tu mejor amigo”, en la que no hay una sola estrella perruna, sino muchas, tal vez demasiadas. Estoy seguro que los amantes de las razas de perro se lo pasarán en grande identificando a las diferentes reencarnaciones de la mascota inicial.

Si la fisonomía de los perros va cambiando de episodio en episodio por riguroso orden cronológico, tampoco es fácil identificarse con sus sucesivos dueños, sin que haya un actor o una actriz con los que poder identificarse. El círculo temporal se cierra con el primer niño convertido ya en un adulto, con la imagen de un Dennis Quaid que aparece ya demasiado tarde a modo de epílogo y cierre de la historia.

En última instancia resulta ser la película más pretenciosa que se ha hecho con perros, al tratarse de un tratamiento biográfico de corte metafísico. Traslada el elemento espiritual a los animales, dotándoles del poder de la reencarnación, siendo su alma la que viaja ocupando los cuerpos de distintos especímenes, uno tras otro.