Hay en el firmamento jazzístico rutilantes estrellas y artistas planeta que atraen a su órbita a lunas del género. A sus 76 años, el pianista Armando Anthony “Chick” Corea acumula obra y distinciones y es especialista en rodearse de luminosos satélites. En su enésima vuelta de tuerca grupal (y en su novena visita a Donostia) se rejunta con su viejo amigo batería Steve Gadd. Y se hace acompañar por Steve Wilson (flautas, saxo), el cubano Carlitos del Puerto (bajo, contrabajo) y el venezolano Luisito Quintero (percusión). La novedad es el guitarrista-vocalista beninés Lionel Loueké, a quien ya se vio con Herbie Hancock. Presentaban “Chinese Butterfly”, no muy novedoso porque, como se escuchó en la vibrante sesión, recupera viejo material (“Night Streets”, “Chicks Chum” de John McLaughlin y hasta “Return to Forever”, cumbre mayor del jazz-rock). Muestran plena energía, frescos en lo físico y entregados en lo musical. Aparecen con desenfado, dejan encendidas las luces y no hay divismos, el sexteto es una perfecta máquina y las dos horas de entrega dan para mucho: juerga rítmica, momentos de relax (“Serenity”) y delicadas menciones a clásicos (Scarlatti, J. Rodrigo). Eso sí, sus continuas menciones hispánicas (la cita al LP “My Spanish Heart”, la novedad “A Spanish Song”, el esperado final con “Spain”...) viajan siempre directas al sur de los USA, al tumbao latino. Alta fusión, virtuosismo incluso y plena diversión.