La proyección de “Le jeune Karl Marx”, película presentada enla Berlinale, se cierra con imágenes de archivo que recogen la influencia de las ideas marxistas a lo largo del siglo XX, con presencia del Che Guevara, Mandela, la caída del Muro de Berlin y las canciones de Bob Dylan. Quiere esto decir que hay una apuesta por rescatar el pensamiento del máximo ideólogo del materialismo histórico a través de las expresiones o manifestaciones más fieles a su legado.

No se trata de un biopic al uso, porque la acción se centra en el momento en el que Karl Marx conoce a Friedrich Engels en el París de 1844, cuando desde el exilio nace el germen de lo que acabará siendo la Liga Comunista. Los dos pensadores y activistas están interpretados por Agust Diehl y Stefan Konarske, aunque no interesan tanto sus vidas particulares como el seguimiento del método dialéctico de base hegeliana que les llevó a la implantación social de su ideario. El trabajo del combativo cineasta haitiano Raoul Peck se sitúa más cerca del ensayo de ciencia política, y ha sido posible gracias a la trascendencia alcanzada por su documental sobre el escritor afroamericano James Baldwin “I Am Not Your Negro” (2016), nominado al Óscar de la categoría.