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jerusalén

Una huelga general en Palestina cierra el viaje de Pence a Israel

El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, cerró ayer su gira por Oriente Próximo con una visita al Muro de las Lamentaciones, última señal de deferencia hacia Israel y los judíos durante un viaje en el que no ha mantenido contacto con los palestinos, que se han negado a recibirle y ayer le despidieron con protestas y una huelga general.

Mike Pence, terminó su gira por Oriente Medio con una breve pero simbólica visita al Muro de las Lamentaciones, en Jerusalén, que la comunidad internacional considera territorio palestino ocupado, mientras los palestinos secundaban masivamente una huelga general y una manifestación convocadas contra la presencia del vicepresidente de EEUU. El ferviente evangelista Pence se ganó el lunes una ovación en pie en la Knéset (Parlamento) cuando anunció el traslado de la Embajada de su país a Jerusalén para finales de 2019, durante un discurso plagado de referencias bíblicas y de exaltación de la historia judía que evitó cualquier mención a la ocupación y colonización israelí.

El presidente de EEUU, Donald Trump, fue en mayo el primer mandatario occidental en activo en visitar el principal lugar de culto judío, que otros líderes han evitado incluir en su itinerario oficial por su significado ya que se encuentra en la ocupada y anexionada Jerusalén Este.

Los palestinos fueron convocados por las distinas facciones a protestar contra el sesgo escandalosamente proisraelí de la Administración Trump, representada por Pence, su entrega de Jerusalén a Israel y para activar la resistencia popular.

Así, secundaron masivamente el paro general en toda Cisjordania ocupada, donde los comercios permanecieron cerrados y se limitó el servicio de transporte en Ramallah, Hebrón, Nablus, Belén y Al- Bireh, las principales ciudades, donde se quemaron banderas estadounidenses y fotografías de Pence.

Cientos de palestinos se enfrentaron con piedras a las balas de goma y los gases lacrimógenos de los soldados israelíes.

El presidente de la ANP, Mahmud Abbas, suspendió todo contacto con Washington desde el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel y ha boicoteado la visita de Pence, quien ha defendido la posición de EEUU e instado a los palestinos, que ya no reconocen a Washington como mediador, a retomar el diálogo. Pence regresó ayer a Washington sin ser recibido por ningún dirigente palestino.

Antes insistió en que el plan de paz de la Casa Blanca depende de «cuándo» los palestinos quieren volver a la mesa de negociaciones y reiteró que tanto la decisión de reconocer a Jerusalén como capital de Israel como la de trasladar la Embajada a la Ciudad Santa favorecen la reanudación del diálogo, suspendido desde 2014. Sin embargo, los palestinos y los países árabes no opinan lo mismo.

Israel pide reformar el Consejo de DDHH por discriminarle

Israel acusó ayer al Consejo de Derechos Humanos de la ONU de «discriminación» tras las críticas recibidas por su ilegal ocupación de Palestina y pidió su reforma. Durante la evaluación del cumplimiento de los derechos humanos, desplegó un discurso victimista y reprochó al Consejo aprobar «de forma automática y sin evaluación» resoluciones «unilaterales, tendenciosas y políticas» contra su país gracias a una «automática mayoría que es totalmente discriminatoria», lo que cree un tratamiento «injusto». Como otras veces, el asunto más mencionado por el resto de países fue el trato que Israel da a los palestinos y cómo viola la ley internacional con respecto a los ciudadanos bajo ocupación, sobre todo el «castigo colectivo» al pueblo palestino, el abuso a los detenidos, en especial a los menores, y el uso excesivo de la prisión administrativa. Denunciaron el unilateral uso de la fuerza, la «ocupación colonial» y las políticas de &bs;apartheid. Hasta EEUU, su aliado, sorprendió criticando «el excesivo» uso de la prisión administrativa.GARA