Arnaitz GORRITI
BALONCESTO - COPA GRAN CANARIA 2018

Fuenlabrada vende cara su derrota

El banquillo del Herbalife Gran Canaria, autor de 65 puntos, acabó por superar a un rival que se presentó a la Copa sin Marko Popovicni Sekulic, y que pese a todo, peleó hasta el final, hasta arrimarse 98-90. Los puntos de Pablo Aguilar evitaron toda sorpresa.

GRAN CANARIA 107

FUENLABRADA 92


Herbalife Gran Canaria cumplió los pronósticos en su cruce de cuartos, pero hay que descubrirse ante el Fuenlabrada. Sin Sekulic ni Popovic, el cuadro madrileño vendió cara su derrota, dominó hasta casi el descanso y solo el cansancio acabó por mandarlos a casa. Por parte de los anfitriones, cabe resaltar la labor de su banquillo, autor de 65 puntos –por 27 de su rival–, amén de que todos salvo Fischer anotaron al menos una canasta.

Gran Canaria puso a Pasecniks y Balvin –ambos por encima de los 2,15 metros– en el quinteto titular, pero sufrió de inicio, con Olaseni haciendo daño merced a su movilidad. Vargas, ante la ausencia de Popovic, asumía los galones del «Ché» García, que además volvía loco al anfitrión alternando defensas individuales y zonales.

Los triples de Aguilar y Radicevic le dieron oxígeno a Gran Canaria, después de haber padecido una desventaja de 10 puntos. Las rotaciones iban a ser claves, y la respuesta grancanaria a un 30-35 adverso no pudo ser más contundente: un parcial de 14-2, que provocaba el tiempo muerto del «Ché». En un «chorreo» anotador, se llegó al descanso con 58-52.

El orgullo de O’Leary y Cruz

Fuenlabrada solo flojeó en el tercer cuarto, ante un Gran Canaria que, sin hacer faltas, frenó su ataque. Rabaseda destacó en ese apartado, al tiempo que DJ Seeley entraba en acción.

La renta de los de Luis Casimiro se fue hasta los 15 puntos, pero ni un punto más. Los fuenlabreños, con O’Leary y Paco Cruz asumiendo la remontada cual causa personal, impidieron que hubiera paliza en su contra.

Más aún, la relajación local valió para que los del «Ché» se arrimaran hasta el 98-90, pero ya no hubo caso. Pablo Aguilar sentenció el partido con dos triples para el delirio de un Gran Canaria Arena que se relame ante una semifinal de campanillas.

Iberostar Tenerife quiere alargar su sueño en el cruce ante el Real Madrid

Como la Copa no da respiro, Iberostar Tenerife y el Real Madrid ya preparan la semifinal que los enfrentará esta tarde a las 19.00. Los de Pablo Laso sufrieron, pero con el gran partido de Campazzo y Rudy Fernández, y cierta polémica arbitral, batieron a Unicaja por 89-84, después de remontar un 70-77 en el último cuarto.

Se podría pensar que los merengues tendrán un rival más cómodo en los laguneros, ya que saldrán satisfechos por haber eliminado a Valencia Basket en cuartos. Pero el técnico tinerfeño, Fotis Katsikaris, quiere al menos plantar cara. «Hay que disfrutar cada momento. Nuestro trabajo es dar alegría a nuestra afición. El jueves hubo mucha alegría de todos y todos lo disfrutamos. Ahora esperamos jugar un buen partido y luchar hasta el final».

Pablo Laso, por su parte, daba más importancia a la «ilusión» que a la «experiencia». «Cada partido de la Copa es como si fuera una final, y tenemos que estar preparados, porque sabemos que un mal partido te deja fuera», advirtió el preparador gasteiztarra. A. G.