Agustín GOIKOETXEA
BILBO

LAB recoge en una guía claves para activar la lucha contra la precariedad

LAB presentó ayer una guía con la que pretende reforzar su modelo sindical de contrapoder, activando «a la clase trabajadora en la lucha contra el proceso de precarización que pretende imponer la patronal con la ayuda del poder político». Su secretaria general aseguró que se plantean nuevas pautas a la hora de organizar la necesaria conflictividad.

LAB defiende que a trabajadoras y trabajadores no les queda otro camino que la movilización para frenar la creciente precarización y mejorar sus condiciones laborales y salariales. «La patronal, con el apoyo del poder político, quiere imponer un proceso de precarización para obtener beneficios a costa de las condiciones labores de la clase trabajadora», alertó Xabier Ugartemendia, responsable de Acción y Negociación Colectiva.

«Con las diferentes reformas, la legislación se ha desequilibrado totalmente a favor de la patronal, y en Euskal Herria a eso sumamos que no tenemos competencias en materia laboral, porque están todas en manos del Estado», destacó, antes de abogar por la construcción de un marco vasco de relaciones laborales y protección social.

Ugartemendia, que advirtió del bloqueo generalizado de las mesas de negociación, dijo que «el papel que históricamente jugaba la negociación colectiva ha cambiado». De ahí, subrayó, la importancia de una «acción sindical más allá de lo que es la negociación colectiva, para luchar contra el proceso de precarización que pretende imponer la patronal».

«No es suficiente con tener propuestas y con decir que tenemos que movilizarnos», expuso la secretaria general de LAB, Garbiñe Aranburu, quien recalcó que es necesario «tener capacidad para organizar esas luchas» en ese nuevo contexto.

Para ello, la central cuenta a partir de ahora con la “Guía de Acción Sindical”, en la que se han recogido propuestas para «dignificar el empleo, garantizar el derecho a la salud, atajar la discriminación laboral o euskaldunizar el mercado laboral». «Pretende ser –añadió– un instrumento para dar nuevas pautas a la hora de organizar la conflictividad».

«Para frenar el proceso de precarización que está impulsando la patronal, hay que generar mayor conflictividad», insistió Aranburu, quien subrayó la importancia que juegan las huelgas. Consideró que hay que analizar cuál es la fórmula «más efectiva» de movilización. «No hay un modelo de huelga que nos sirva para todos los conflictos», precisó.

La guía persigue «dar nuevas pautas a la hora de organizar la conflictividad». «Es dar nuevas claves –reiteró Aranburu– para reforzar nuestro modelo sindical de contrapoder».

La secretaria general de LAB defendió que el centro de trabajo es el «espacio natural» para luchar contra la precariedad, pero no solo la empresa, pues no se puede olvidar de las «diferentes realidades que se puedan dar», como subcontratas, ETT, trabajadores en prácticas, becarios o con diferentes convenios.

«Los trabajadores tiene que sentirse protagonistas de la lucha que están realizando, y para eso deben tener información directa y ser partícipes en las decisiones», señaló, añadiendo que esto «nos lleva a tener que plantear nuevas formas de organización, porque el mercado ha sufrido muchos cambios, está muy fragmentado, y el esquema clásico de organizar a la afiliación en secciones sindicales ya no vale en todo los casos».

En ese sentido, Garbiñe Aranburu explicó que en la guía se recogen otro tipo de propuestas para poder «organizar a la afiliación y a la clase trabajadora en las diferentes modalidades del mercado laboral».

Piden en Iruñea cambios en la Función Pública

Representantes de LAB se concentraron ayer frente al Palacio de Nafarroa para exigir al Ejecutivo que «adopte las medidas necesarias» en el Estatuto de la Función Pública de forma que «encuadre» al personal de la Administración en el nivel que le corresponde y se les retribuya económicamente respecto al mismo.

Isabel Artieda, responsable de Zerbitzu Publikoak, explicó que hay en torno a 5.000 trabajadoras y trabajadores que «están haciendo funciones de niveles superiores y ni tienen reconocido un encuadramiento en el nivel que les corresponde» ni tampoco se les retribuye económicamente respecto al nivel de esas funciones. «Ante un eventual cambio del Estatuto de la Función Pública, queremos que el Gobierno de Nafarroa adopte las medidas necesarias», remarcó.

Artieda aclaró que hay colectivos en los que no habría que hacer ningún tipo de estudio, ya que las funciones que realizan son de un nivel superior y, por tanto, se tendrían que «encuadrar» en el nivel que «de verdad» corresponde a sus funciones.