Héctor Hernández, que ha recibido recientemente el alta médica tras estar siete meses lesionado, habló ayer sobre su largo proceso de recuperación, que calificó como «un calvario», tras lesionarse en el mes de agosto y disputar solo los últimos 15 minutos de la primera jornada ante el Leganés.

«Han sido meses muy duros con mucho esfuerzo, mucho trabajo y llevaba mucho tiempo con ganas de volver a sentirme futbolista», expresó el lateral cedido por la Real, que se mostró «con ganas y mucha ilusión de volver a una convocatoria».

Insistió en que ha sido un periodo «muy duro», parecido a «un pozo sin fondo», pero agradeció el apoyo de su gente y del cuerpo médico del Alavés porque ahora vuelve a sentirse futbolista.

Héctor, quien se incorporó el pasado verano a la disciplina babazorra, relató que jugó un partido de pretemporada y al día siguiente comenzó a notar «una sensación extraña» en su rodilla, pero esa semana le infiltraron y jugó el final del partido ante el Leganés. La semana posterior le diagnosticaron un edema óseo, y el dolor no remitió tras las primeras seis semanas de reposo.

«Seguía con el mismo dolor del primer día y mi cabeza fue a peor hasta que visitamos al doctor Mikel Sánchez», quien intentó esquivar el quirófano, pero el zaguero babazorro continuó con el dolor después de dos meses de tratamiento. Se tomó la determinación de pasar por el quirófano, donde le encontraron un problema en el cartílago y desde entonces el lateral ha ido «viendo la luz poco a poco».