Intercambio de cuerpos e identidad sexual para ocultar una infidelidad

D entro de la comedia de Hollywood el llamado “body swap” es un subgénero totalmente instaurado desde hace cuatro décadas, y que se refiere al intercambio de cuerpos o mentes, bien sea entre personas de distinto sexo, entre personas de distinta edad, o incluso entre humanos y animales. Para confirmarlo expondré una lista con algunas de las películas más conocidas: “Viernes alocado” (1976), “Dos veces yo” (1984), “De tal astilla... tal palo” (1987), “Vice Versa” (1988), “Plantón al cielo” (1988), “Big” (1988), “Hechizo de un beso” (1992), “Cara a cara” (1997), “Este cuerpo no es mío” (2002), “Ponte en mi lugar” (2003), “El sueño de mi vida” (2004), “Cosas nuestras” (2006), “El cambiazo” (2001), “Eeternal” (2015)...
Si a tan interminable catálogo le sumamos las imitaciones europeas y de otras partes del planeta esto se convierte en el cuento de nunca acabar, lo que hace fácil comprender por qué los nuevos títulos que se apuntan a esta vieja moda ya no hacen reír, dado lo previsibles y trillados que resultan. A la cola viene “L’un dans l’autre”, retitulada como “Cariño, yo soy tú”, aclarando aún más si cabe el contenido de lo que se va a ver. El nada original argumento presenta a dos parejas amigas formadas de un lado por Pénélope (Louise Bourgoin) y Eric (Pierre-François Martin Laval), y del otro por Aimée (Aure Atika) y Pierre (Stéphanne De Groodt). Salen y se divierten juntos, hasta que Penélo pe y Pierre empiezan a creer que lo que sienten entre sí es más que amistad, convirtiéndose en amantes secretos. Como la relación con sus respectivos se va complicando más y más, dedicen despedirse con una última noche de sexo. Al despertar descubren que se ha producido un misterioso cambio de cuerpos e identidades, que les obligará a disimular para que lo suyo no salga a la luz.
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