Jon ORMAZABAL
Pelota

Los campeones tampoco manejan argumentos para elegir favorito

Los 11 pelotaris, que suman 21 txapelas del Manomanista, reunidos ayer en Sondika pronostican una final muy igualada y equilibradapara la que no se quieren mojar y apuntan al acierto en el saque y el saque-remate como elementos para inclinar la balanza a un lado.

La tradicional comida de campeones que suele reunir a vencedores de anteriores ediciones del Manomanista se convierte en un buen termómetro con el que cogerle la temperatura a la final más esperada del año. Ayer fueron hasta 11 los pelotaris –21 txapelas– que se reunieron en torno a una buena mesa pero no hubo uno solo que se atreviera lanzar un pronóstico claro sobre lo que sucederá mañana en el Bizkaia a partir de las seis de la tarde, en una de las finales, a priori, más igualadas de los últimos años.

De hecho, hasta la cátedra parece que está esperando a ver para qué lado cae la chapa del juez para decantar, de uno u otro lado, sus apuestas.

Bengoetxea VI: «Lo veo totalmente al 50%, decidirá el acierto»

A Oinatz Bengoetxea le quedan apenas unas horas para ceder el honor de vestir de rojo durante el próximo año, algo que hará con orgullo «al que se lo merezca». El campeón de 2008 y 2017 entiende que, «gane quien gane, será un campeón con todo merecimiento. Son dos grandes pelotaris, Aimar es ya uno de los pelotaris más grandes de la historia y Jokin creo que lo va a ser. Es una final muy especial, pueden dar un gran espectáculo y a nosotros nos toca disfrutar».

El delantero de Leitza ve la final, «totalmente al 50% y el que acierte más con el saque y el saque-remate se lo llevará».

Opinión muy similar a la de Iñaki Gorostiza, pelotari vizcaino que se hizo con el título de 1977. «Veo la final muy equilibrada, no tengo favorito pues veo a los dos con opciones de hacerse con la txapela y todo dependerá de detalles, por ejemplo, el saque. El que más acierte y arrime, el que tenga un día acertado a la hora de cruzarlo al punto donde hay que poner la pelota, tendrá muchas opciones de ganar», analizó el zaguero de Atxondo.

Como en todos los enfrentamientos mano a mano, el primer pelotazo fue uno de los más manidos a la hora de tratar de descifrar las claves de la final de este año y no hay que olvidar que el propio Aimar Olaizola, en la elección de material, llegó a declarar que el 60% de la final podría decidirse en quién esté más acertado a la hora de sacar.

Fue Patxi Eugi, poseedor de tres txapelas en su palmarés, el que se atrevió a analizar los saques de uno y otro para terminar señalando que el hecho de que se juegue en el Bizkaia de Bilbo puede ser un factor beneficioso para el de Goizueta. «El frontón me gusta por Aimar, sobre todo por el saque. Aimar hace mucho daño con ese saque bombeado, lo he sufrido cuando he estado de botillero con Juan –Martínez de Irujo–, es un saque que es muy difícil meter a buena y qué decir no entregar pelota», apuntó. «Es un frontón de mucha altura, tiene cogido el sitio, al seis con pared y con altura. Si Aimar es capaz de sacar así tendrá mucho ganado».

Atano X: «El pronóstico, más difícil que nunca, pero por las pelotas»

Luciano Juaristi fue una especie de espíritu libre, era el mayor en ausencia de Miguel Gallastegi, dentro de los campeones reunidos ayer en Sondika, sobre todo a la hora de valorar la importancia del saque en este final. Y es que, en la actualidad, «no sacan como me gusta a mí, le dan diferente. Hasta ahora pensábamos que lo suyo era darle velocidad y arrimar y, ahora sin embargo... Titín tenía un montón de cosas para enseñar a los siguientes, pero lo que menos me gustaba de Titín era el saque y ahora todos se han quedado con ese invento del riojano».

También fue peculiar el motivo esgrimido por el azkoitiarra, campeón en 1966 y 1968, para explicar la dificultad de dar un favorito. «Hacer un pronóstico está más difícil que nunca pero no por los pelotaris, sino por las pelotas. Con estas pelotas cualquiera le puede hacer daño a cualquiera. Ya se vio en el último partido que, al principio, parecía que iba a ganar Altuna, luego que ganaría Ezkurdia y al final ganó el primero».

Si Atano X fue el mayor de los asistentes, Mikel Urrutikoetxea era el más joven y, aunque coincidió con todos a la hora de no ver un favorito claro, fue el único que no ocultó sus preferencias por uno de los dos. «Es lógico, tengo una gran relación con Aimar Olaizola, he entrenado mucho con él, en este mismo Manomanista, pero también fue mi compañero en el Parejas y quiero que gane Aimar. Pero eso no quiere decir que con Jokin me lleve mal, ni mucho menos, pero si hay que elegir, Aimar».

Por decirlo de alguna manera, Patxi Ruiz, el último zaguero en proclamarse campeón, en 2003, precisamente ante Olaizola II en la primera de las 9 finales disputadas hasta ahora por el de Goizueta, fue la otra cara de la misma moneda, pues fue el único que, con sus muchas reservas, se inclinó por uno de los dos aspirantes.

«Veo equilibrio, pero igual me inclino un poco por el chaval, porque le veo que está con una confianza muy grande consigo mismo. Aimar está en un gran momento de juego, para mí es uno de los más grandes de la historia, para mí no hay ninguna duda, pero me inclino un poco por Altuna, pero por hacerlo por alguien».

Tolosa: «Aimar jugará más a bote y buscará tener lejos a Altuna»

Como Urrutikoetxea, Joxean Tolosa también tiró un poco hacia casa, pero con muchas reservas. «No lo tengo nada claro, pero por la juventud, si habría que apostar por uno, yo igual lo haría por Jokin, porque cuando eres joven, la velocidad de las piernas, la pelota... eso puede hacer daño, pero no daría ningún pronóstico».

En ese sentido, destacó el mérito de Aimar Olaizola por jugar una final a su edad, «pues todos los que hemos jugado a pelota ya sabemos cómo está el cuerpo a los 38 años». Como analista habitual de partidos de pelota, se aventuró a pronosticar que, «creo que Aimar intentará jugar a bote y jugarle lejos del frontis a Jokin, mientras que Altuna buscará llevar el partido a su terreno. Dentro del cuatro o el cinco Jokin puede imponerse y físicamente Olaizola puede ser un poco superior».

Uno de los rivales de la época del amezketarra fue Ladis Galarza, quien apuntó que «viendo que el dinero está a la par y que no se moja nadie, es una final distinta entre un pelotari veterano y un chaval con una progresión muy buena. Yo veo una final muy igualada».

En los últimos días se viene repitiendo con cierta asiduidad que ninguno de los dos finalistas tiene el golpe suficiente para romper el partido a su favor, una afirmación que no convence al pelotari de Baraibar. «Ya pegan lo suficiente como para molestar. Del tres y del cuatro los dos ponen la pelota muy lejos y eso de que no pegan es una historia que no me entra, los dos mueven muy bien la pelota y defienden un montón».

Beloki: «una final rápida, de 200 pelotazos, beneficia a Altuna»

Otro zaguero navarro, Rubén Beloki, con cuatro txapelas en su palmarés, las mismas que Olaizola II, y que está muy pegado a la actualidad pelotazale desde su cargo de técnico de Asegarce, aportó otro punto de vista interesante a la previa de esta final que ha despertado tanta expectación, al haber dejado pequeño el frontón Bizkaia.

«Es un tópico, pero es así, es una final muy igualada. Creo que los dos han hecho un campeonato muy bueno, son dos pelotaris de características muy similares, son muy técnicos no se van a romper y llegan en un momento bueno. Si es una final rápida, de 200 pelotazos, yo creo que ganará Altuna, si la final se endurece mucho, por encima de los 300 pelotazos, y el físico entra en juego, por el aguante y tal le veo a Olaizola con opciones de ganarle».

La experiencia es un punto que puede correr a favor de un Aimar Olaizola curtido en mil batallas como la de mañana, pero el de Burlata ve en Altuna «un chaval que sabe jugar este tipo de partidos. Es campeón del Cuatro y Medio, los partidos importantes los sabe jugar muy bien y no le va a poder la presión», apuntó.

De ahí que volvamos al principio, a la complejidad de decantarse por uno u otro. Que se lo digan a un Fernando Arretxe que no ve un favorito claro. «Han llegado dos grandísimos pelotaris que seguro que nos ofrecen un buen espectáculo. Aimar está con mucho juego, pero Altuna es capaz de meterle en su terreno. Otros años lo veía más claro, a pesar de que luego algunas veces fallaba en el pronóstico, pero este año parece totalmente parejo».

Así que, nos quedamos con las palabras de Jesús García Ariño, campeón en 1957 y 1963. «Me parece que va a ser una final preciosa sobre el papel. A ver si aciertan los dos, que ambos saben jugar mucho, que tengan un buen día y luego que gane el mejor». Que así sea.