Agustín GOIKOETXEA
BILBO
LA CUESTIÓN CARCELARIA

Orain Presoak busca que se acabe la política penitenciaria de excepción

Representantes de la sociedad civil presentaron ayer, en un lugar tan emblemático como la plaza de la Convivencia de Bilbo, la dinámica Orain Presoak, que persigue aglutinar a todos aquellos que consideran «imprescindible» un cambio de la actual política penitenciaria en clave de resolución. «Es tiempo de desatar nudos. Ahora. Tiempo de convivencia», aseguraron, al tiempo que anunciaron la convocatoria de una gran manifestación para el 20 de octubre.

Consciente de que la sociedad civil es la llave para construir un futuro que tenga su base en el respeto de los derechos humanos de todos, Sare sigue tratando de dar voz y unir a todas aquellas personas que están dispuestas a luchar por un país sin presos en el que prime la reconciliación, la convivencia y la paz. De ese esfuerzo de la red ciudadana nace la dinámica Orain Presoak, que ayer se presentó públicamente en Bilbo.

«Es responsabilidad de todas dejar un futuro mejor a las nuevas generaciones que aquella que nosotros heredamos», defienden quienes se han conjurado para cerrar un «ciclo de sufrimiento y mirar al futuro». Se trata, abundaron, de «curar las heridas abiertas».

«Es necesario que se deje de crear sufrimiento y se dé solución a la situación de excepcionalidad que viven los y las presas vascas», señaló la sarekide y profesora universitaria Arantza Aldezabal antes de pasar la palabra a Félix Arrieta y Laura Gómez, profesor de la Universidad de Deusto y exdirectora de Igualdad en la Diputación de Gipuzkoa, para dar lectura al manifiesto de presentación de la iniciativa. En el acto público estuvieron presentes una veintena de los promotores de Orain Presoak, que ya aglutina a 46 personas conocidas de la sociedad civil, con aspiración de seguir sumando a quien lo desee.

Junto a quienes ejercieron de maestros de ceremonias en la plaza de la Convivencia, participan en estos primeros pasos de la dinámica personas vinculadas al ámbito universitario como Ángel Elias, Mari Luz Esteban, Pedro Ibarra, Zesar Martínez, Josefina Roco Sanfilippo, Ramón Zallo y Mario Zubiaga; las estudiantes Olatz Iglesias e Irati Agorria; las escritoras Uxue Alberdi, Danele Sarriugarte, Castillo Suárez, Garazi Arrulla y Kirmen Uribe; el ex gobernador civil de Bizkaia y ex concejal del PSE Dani Arranz; las periodistas Maite Asensio, Pili Kaltzada, Xabier Euzkitze, Martxelo Otamendi, Galder Pérez, Ilaski Serrano, Xabier Usabiaga y Ane Zabala; el coordinador de REAS Euskadi, Carlos Askunze; el ex consejero autonómico y portavoz de Sare, Joseba Azkarraga; los abogados Félix Cañada y Patxi Zabaleta; el miembro de la Fundación Hitz&Hitz Mikel Casado; los músicos Eñaut Elorrieta y Mandi Figueroa; la exjugadora de fútbol Eba Ferreira; la portavoz de Bake Bidea Anaiz Funosas; el exalcalde de Bilbo José Mari Gorordo; la activista saharaui Garazi Hach Embarek; la cantante y presentadora de televisión Zuriñe Hidalgo; la portavoz de Pentsionistak Martxan Karmele Ibarra; la payasa Virginia Imaz, el boxeador Ibon Larrinaga, la expresa Sara Majarenas, el teólogo Félix Placer, el exdirector de Lokarri Paul Ríos, la exremera Maika Tameron, así como el ex parlamentario y edil del PSN José Luis Uriz.

Entienden que es «tiempo de desatar nudos», tiempo de convivencia, «tiempo de unirnos quienes hasta ahora no nos habíamos podido unir» y una cuestión fundamental es resolver la situación de las personas presas. La de ayer fue la presentación de la dinámica, a la que animaron a sumarse, al tiempo que anunciaron la convocatoria de una gran manifestación para el 20 de octubre en Bilbo.

«Imprescindible»

En la declaración, quienes impulsan Orain Presoak inciden en que «es el momento de la resolución, la convivencia y la paz» tras la decisión histórica comunicada en mayo por ETA, destacando el sufrimiento que se sigue causando a las personas presas y a sus familiares. Por ello, consideran «imprescindible» un cambio de la actual política carcelaria que se aplica a los 282 presos y presas vascas alejadas a cientos o miles de kilómetros de sus hogares.

«Aunque estas personas que están en prisión tengan sus derechos, se les siguen imponiendo aún unas medidas excepcionales, medidas que van contra la legislación de España y de Europa; medidas que, además de a las personas presas, castigan de forma especial a niñas y niños y personas de edad avanzada. A quienes soñamos con una sociedad que viva reconciliada y en paz nos une el respeto a los derechos humanos», manifestaron Arrieta y Gómez.

También creen «imprescindible sanar todo el dolor y todo el sufrimiento que viene desde el pasado», por lo que «todas las víctimas que ha habido y que hay, merecen verdad, memoria y reparación».

Los objetivos prioritarios, enfatizaron, son terminar con el alejamiento, atender a las personas presas gravemente enfermas de manera adecuada, la acumulación de penas impuestas en dos estados, tal y como señala la legislación europea; y la progresión de grado.

«La política penitenciaria actual está encadenada al pasado, y se sustenta sobre una legislación excepcional. Creemos que es el momento de proyectar la mirada sobre el futuro. Tenemos la oportunidad de dejar a nuestros descendientes un futuro mejor que el que nos dejaron nuestros antecesores. Ya ha desaparecido ETA, no queremos políticas que generan más sufrimiento», subrayaron.