La palabra italiana sorpasso está muy de moda para referirse a un adelantamiento. En este caso en concreto, hablando de automovilismo, el término viene que ni pintado. Así, traduciendo esa expresión al francés, se puede decir que Lewis Hamilton (Mercedes) hizo ayer un dépassement en el Gran Premio de Francia disputado en el circuito Paul Ricard. Porque el piloto inglés, con su gran exhibición y victoria, sucede a Sebastian Vettel (Ferrari) en el liderato del Mundial de Fórmula Uno 2018.

Hamilton logró en Le Castellet su 65ª victoria, por delante del holandés Max Verstappen (Red Bull) y el finlandés Kimi Raikkonen (Ferrari), que lo acompañaron en el podio a mucha distancia, en tanto que Vettel tuvo que remontar desde la decimoséptima plaza, a la que cayó tras tocarse en la primera vuelta con finlandés Valtteri Bottas (Mercedes), séptimo en la meta.

En la salida Hamilton se mantuvo sin problemas en la primera plaza, mientras que por detrás Vettel rompió el alerón delantero al golpear la rueda trasera izquierda de Bottas, que acabó pinchada. Ambos se vieron relegados a las posiciones decimoséptima y decimoctava, respectivamente.

Verstappen y Carlos Sainz (Renault) aprovecharon la circunstancia para colocarse segundo y tercero mientras el coche de seguridad tuvo que intervenir para que se retiraran de la pista los restos esparcidos tanto de los coches de Vettel y Bottas como los de los franceses Pierre Gasly (Toro Rosso) y Esteban Ocon (Force India), que se quedaron fuera de la carrera de casa al chocar en el comienzo.

El interés se centró atrás

A partir de ahí, Hamilton, en una carrera sin más historia para él, comenzó a poner tierra de por medio respecto a sus rivales. Así las cosas, el protagonismo y el interés se centró en Vettel y Bottas, que dedicaron la carrera a remontar y aprovecharon la tremenda superioridad de sus mecánicas hasta acabar en los puestos quinto y séptimo.

Carlos Sainz no pudo mantener la tercera plaza. Se instaló luego en la sexta, pero a falta de tres vueltas su Renault perdió potencia y no pudo evitar que tanto Magnussen como Bottas lo relegaran hasta la octava posición. El piloto madrileño calculó en unos 260 caballos la pérdida de potencia que le impidió luchar por mantenerse sexto.

La cara negativa la ofreció Fernando Alonso (McLaren). El asturiano evitó con pericia los incidentes de la primera vuelta, pero no pudo prosperar. Un problema en la suspensión de su McLaren le hizo acabar en la 16ª posición en la que arrancó pese a que no pudo cruzar la línea de meta. «No tengo frenos, no tengo neumáticos, estoy fuera de los puntos...», mostró su frustración por radio el reciente vencedor de las 24 Horas de Le Mans.

Nuevos métodos y nueva determinación

El británico Lewis Hamilton (Mercedes) declaró tras su victoria que «es una gran sensación obtener este resultado cuando eres constructivo, te criticas a ti mismo y afrontas un reto con nuevos métodos y una nueva determinación. Pero también es decepcionante para el equipo, ya que tuvimos la oportunidad de hacer un 1-2».

«Me sentí muy cómodo con el equilibrio del coche. Max (Verstappen) tenía un ritmo decente, pero yo podía mantener la diferencia en unos cinco segundos», añadió. «El nuevo motor nos ha puesto en línea con todos los que pusieron una nueva unidad de potencia en Canadá y todo el equipo debería estar contento por el buen trabajo realizado, pero queda un largo camino por recorrer», finalizó el piloto de Mercedes y cuatro veces campeón del mundo de la F1.

El gran damnificado fue Vettel, que perdió el liderato debido, en gran medida, a su incidente con Bottas que le costó cinco segundos de penalización y tener que remontar. «Mi comienzo fue demasiado bueno, pero luego no tenía adónde ir. Fue mi error. Intenté frenar pronto y salir, pero no tenía espacio ni agarre. Estaba muy cerca del coche de delante y también del que estaba a mi lado. Valtteri intentó recuperar su posición por fuera, lo que es bastante justo, pero luego yo no tenía a dónde ir porque la curva era a izquierdas», explicó.

Bottas también dio su versión: «Mi carrera se perdió en la primera curva. Yo estaba en el exterior y sabía que mantener esa línea me pondría en el interior para la curva dos. De repente recibí un golpe por detrás, tuve un pinchazo y dañé el suelo».