Ahorcados 7 miembros de la secta que atacó el metro de Tokio con sarín

El líder de la secta Verdad Suprema, Shoko Asahara (cuyo nombre real era Chizou Matsumoto), y otros seis miembros de esta sombría organización japonesa, todos condenados a muerte por el ataque con gas sarín en el metro de Tokio en marzo de 1995, fueron ejecutados ayer. Asahara y otros 12 implicados en aquel atentado que costó la vida a 13 personas y causó lesiones, algunas irreversibles, a otras 6.300, esperaban desde hace años en el corredor de la muerte.
El 20 de marzo de 1995, miembros de la secta vertieron gas sarín en cinco vagones del metro, en el peor atentado jamás ocurrido en Japón. Un tiempo antes, en lo que pareció ser un ensayo sobre los efectos del gas, siete personas murieron en Matsumoto y otras 600 sufrieron diversas lesiones, algunas irreversibles. En diciembre de 1999, la secta admitió por primera vez su responsabilidad en ambos ataques, y se disculpó.
La secta, que mezclaba la meditación budista e hindú con enseñanzas apocalípticas y que llegó a tener hasta 10.000 fieles, cometió una serie de crímenes.

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