Ramón SOLA
DESDE LA GATERA DEL CALLEJÓN

Hasta las suelas importan

Acertó el gran Javier Solano al vaticinar que el instinto de los toros les llevaría a moderar la velocidad para así adaptarse mejor a la lluvia. Las pezuñas no resbalaron ni siquiera en la curva de Estafeta. Pero más llamativo incluso resultó que los mozos tampoco se cayeran más que cualquier otro día normal de calles secas, y eso que en algunas zonas incluso se veían charcos. No es solo cuestión del antideslizante. Todo cambio técnico incide en el encierro y está claro que las zapatillas deportivas modernas agarran al suelo mucho más que las alpargatas de antaño o las playeras de hace un par de décadas.