El presidente del comité de empresa, Alfredo Morales, explicó en declaraciones a Efe que del 3 al 9 de setiembre y otros tres días aún por concretar serán los elegidos por Volkswagen Navarra para cerrar la empresa alegando causas productivas.

Precisó que la razón esgrimida es que no hay motores para poder fabricar debido a las homologaciones, que han conllevado un reajuste de las compañías fabricantes de motores, unido al aumento de los pedidos de vehículos con motores de gasolina con respecto al diesel y el volumen de producción que tienen en la planta navarra.

«Eso hace que no tengan motores suficientes como para abastecer a todas las plantas», según Morales, quien puntualizó que hay un reajuste de todas las plantas de producción del grupo Volkswagen y en fábricas de otras marca.

La empresa notificó sus intenciones ayer por la mañana y ahora se abre un periodo de consultas y negociación de quince días para «intentar llegar a un acuerdo con la dirección como se ha hecho hasta ahora», aseguró el presidente del comité de empresa.

«Es una mala noticia que no esperábamos, pero hay que buscar un acuerdo con la dirección porque la plantilla no tiene que pagar esta factura, lo tenemos muy claro», declaró.

Morales explicó que cuando supieron que otras plantas se estaban viendo afectadas por esta situación preguntaron a la dirección de Landaben, desde donde les respondieron que «en principio estaba todo bajo control».

Tras el anuncio de expediente recibido ayer, el comité ha solicitado más información, que analizará para trasladar sus propuestas. «En otras ocasiones ha habido circunstancias parecidas y se ha llegado a acuerdos», recordó el presidente del comité de empresa, quien mostró su confianza en alcanzar un acuerdo y que «la plantilla no sufra».

Una vez que se decida quienes constituirán la mesa negociadora, señaló que se celebrará una reunión con la dirección de la planta para establecer los parámetros de la negociación.