En este mundo tan ultracompetitivo, el segundo clasificado es «el primero de los perdedores», y no solo se refiere uno al mundo del deporte profesional. Pero en el mundo real, en el que el deporte profesional no deja de ser una nota a pie de página, no siempre es así. Ni San Juan ni Tirán ganaron la XXVIII Bandeira Concello de Boiro, pero solo uno de ellos sollozó por no poder ganar, mientras que el otro pudo liberar la tensión en un instante de felicidad pura. Y ese bote no fue sino el de San Juan. De hecho, los pasaitarras cedieron ante Tirán, algo usual esta temporada, pero mantuvo un punto de margen para librarse al menos del descenso directo.

«Es un sentimiento un poco raro: entre jodidos y contentos», admitía el sanjuandarra Ostadar Artetxe. «No nos ha salido todo lo bien que quisiéramos, pero hemos tenido suerte, y ojalá volvamos a tenerla en el play off», añadía.

Como suele ser habitual a lo largo de la campaña, los pasaitarras arrancaron mejor que Tirán. La única salvedad respecto a anteriores jornadas fue que Kaiku, con una bancada repleta de cambios, se caía de la ecuación, en principio buena noticia para los pasaitarras, por cuanto que terminar justo por detrás de Tirán convenía a la «Erreka». Todo valía puesto que Tirán, valiéndose de cierta protección del campo de regateo de Boiro, no tardó en ponerse a la par de San Juan al final del segundo largo, para seguir su remontada en la segunda mitad, todos ellos bien lejos de San Pedro, ganadora de su tanda, y la rezagada Kaiku.

Al final, Tirán acabaría superando a San Juan, pero a diferencia de lo sucedido en Moaña en la víspera, la diferencia resultaba bien escasa para que nadie se intercalase entre medias. Tocaba aguardar a la segunda tanda, de modo que sanjuandarras y galaicos contenían la respiración antes de alegrarse o lamentarse. Media hora más de tortura en la última regata para estos dos botes, sobre todo porque Ondarroa empezó a emular a Cabo, intercalando sus registros entre Tirán y San Juan.

No había uñas en todo el campo de regateo de Boiro para contener la emoción creciente. Pero Ondarroa no quiso ser el perejil de la salsa, y sin que le saliera una gran regata, apretó para descolgar a los dos protagonistas. Por tres segundos, la «Antiguako Ama» superó a Tirán, dándole a San Juan el punto de margen que precisaba para evitar el descenso directo y darle chance para el play off.

Remate de Urdaibai

«Solo» quedaba la pelea por la bandera. Tras su fiasco en Moaña, Cabo realizaba una soberana regata en su casa, a falta de la tanda de honor. Pero en esta tanda –en rigor, una última esperanza para Tirán, aunque la realidad se impuso enseguida– Hondarribia y Urdaibai se destacaron sin piedad, dejando a los de Boiro la honrilla de superar a Zierbena y Orio.

Una honrilla ganada a pulso, porque la «Bou Bizkaia» debió sudar su triunfo. La propia «Ama Guadalupekoa» jamás pudo quitarse de encima la estela de Cabo, pero como ya había perdido suficientes puntos el sábado, aseguró la segunda plaza, a 15 puntos de una Urdaibai, que afronta el parón por La Concha con los deberes casi hechos.

Ahora la Liga Eusko Label se toma dos semanas de respiro, aunque se puede decir que la clasificación final ya está decidida. Todo el mundo prepara la «regata del miedo» del jueves, a la búsqueda de una de las plazas para la bandera donostiarra. Empieza otra historia.