Arturo Puente
Periodista
JO PUNTUA

A mayor gloria de Bruselas

Esta semana se ha celebrado el debate sobre el estado de la Unión Europea. El presidente de la Comisión, Jean-Claude Juncker, pronunció un discurso en el que, además de mostrarse recuperado de los problemas de ciática que le aquejan, cargó con dureza contra los nacionalismos. «El patriotismo es una virtud, pero la cerrazón del nacionalismo es un veneno», aseguró tras varios minutos de alabanzas a una Unión Europa «fuerte y unida» como generadora de paz, prosperidad y logros colectivos.

Acabada la prédica sobre el nacionalismo, Juncker anunció un refuerzo policial en las fronteras exteriores europeas. Se trata, explicó, de una solución integral al problema migratorio. Unas horas más tarde el grupo político del presidente de la Comisión, el Partido Popular Europeo, votaba dividido el informe contra el presidente de extrema derecha húngaro, Viktor Orbán, de la familia popular.

No hace falta subrayar lo incongruente que es todo esto. En realidad reproduce, a mayor escala, algo que en el Estado español ha sido recurrente: la lucha contra los perversos nacionalismos de las minorías periféricas a mayor gloria de un nacionalismo español que no tiene problema en tirar de patriotismo policial, compadrear con la extrema derecha o cantar a la paz de los cementerios.

Claro que Juncker tiene razón cuando resalta el peligro de las derechas populistas europeas. Está pasando en todo el continente y fuera de él, y esto es solo el principio. La pregunta es si se puede combatir el nacionalismo centrífugo, espoleado por el papel de la UE en la crisis económica, con un nacionalismo europeo de nuevo cuño pero viejas recetas neoliberales.

La dinámica de «superpaíses» a la que se encamina el mundo ya está abriendo ese debate y la respuesta de Juncker está lejos de ser satisfactoria. Mientras Bruselas no ponga el foco en los agujeros de una integración europea hecha a espaldas los intereses de sus ciudadanos, las extremas derechas de los Estados seguirán sacando petróleo contra el patriotismo europeo.