Iker BIZKARGUENAGA
BILBO
PLENO DE POLÍTICA GENERAL EN EL PARLAMENTO DE GASTEIZ

Urkullu teme la frustración, EH Bildu no quiere sumisión

Iñigo Urkullu e Idoia Mendia coincidieron en alertar sobre posibles frustraciones en torno al Nuevo Estatus en función del consenso alcanzado. Desde EH Bildu, Maddalen Iriarte replicó que este país no se puede instalar en la resignación y destacó que diálogo no es sumisión.

La intervención matutina de Iñigo Urkullu, más corta de lo esperado pero igual de plana que lo previsto, insistió en lo expuesto en las últimas semanas en torno al Nuevo Estatus: «La clave es ensanchar el acuerdo». Se refería, claro, al acuerdo de bases alcanzado entre PNV y EH Bildu en sede parlamentaria, e insistió en que «la grandeza de la democracia no se conforma con reflejar el derecho de la mayoría; suma, también, la consideración a la minoría, con el propósito de facilitar la integración». Idoia Mendia, socia de gobierno y representante de esa minoría a integrar, respondió, ya por la tarde, que cualquier cosa que se haga debe hacerse «desde el respeto a la legalidad». Y a partir de ahí, sí, mano tendida y voluntad de «explorar coincidencias».

No se esperaban grandes novedades del Pleno de Política General y desde luego el lehendakari no dijo nada que se escapara a su hoja de estilo, tampoco cuando propuso «sustituir actitudes que pueden conducir a decepciones y frustraciones, que nunca sabemos dónde acaban, por una nueva actitud que genere ilusión y desemboque en una realidad de pacto y convivencia». Aunque resultó llamativo que advirtiera sobre frustraciones futuras justo después de recordar que «tras casi 40 años no se cumple el Estatuto de Gernika y no se asume la realidad plurinacional del Estado». No pareció frustrado por ello.

De hecho, inasequible al desaliento, no pierde la esperanza y ayer emplazó al Gobierno español a un «doble sí: cumplir en su integridad el Estatuto, nuestro autogobierno reconocido; y asumir la realidad plurinacional del Estado». Pero una vez más fue Mendia quien acotó el terreno, reprochando a Urkullu que arroje «la pelota de la responsabilidad a otros tejados» y, dando ejemplo de coordinación entre socios, avisando también sobre la «frustración» que generaría cualquier propuesta que no supere el cedazo constituticional.

«Es un buen acuerdo»

Y frente a este llamamiento compartido a evitar frustraciones, tras un Alfonso Alonso airado y con Lander Martínez instando a Urkullu a que deshaga «el entuerto» parlamentario, Maddalen Iriarte replicó que lo que no puede hacer este país es instalarse en la «resignación y el conformismo». La portavoz de EH Bildu, que lució un lazo amarillo en solidaridad con los presos y presas políticas catalanas, igual que Joseba Egibar, hiló un discurso de gran peso social en el que reprochó al Ejecutivo falta de ambición y liderazgo. «No es suficiente gestionar, hay que liderar», expuso, tras recordar la cara B de la realidad socioeconómica vasca ante la intervención complaciente del lehendakari.

Iriarte comenzó evocando algunos de los hitos que han marcado la realidad social este año en Euskal Herria, citando, entre otros, ámbitos como el feminismo –con mención expresa a lo ocurrido en Hondarribia–, la defensa de las pensiones, las movilizaciones por los presos y las desarrolladas por Gure Esku Dago, la precariedad laboral y la corrupción, para concluir que «es importante conocer la realidad de la calle» y que «no hay nada más político que lo social».

«Los derechos políticos, sociales y nacionales están unidos, no se pueden trocear», valoró, para añadir que para ejercitar esos mismos derechos este pueblo «necesita tener todos los instrumentos y voz propia en el mundo». Partiendo de esta premisa, y tras recordar a la bancada unionista que «no impone quien pide libertad, impone quien la niega», la parlamentaria soberanista opinó que «hay que cambiar el modelo de relación con el Estado» y defendió las virtudes del acuerdo de bases alcanzado en el Parlamento.

«Es un buen acuerdo porque conecta con la voluntad mayoritaria de este pueblo; es un buen acuerdo porque blinda los derechos sociales y económicos de la ciudadanía; es un buen acuerdo porque permite que todos podamos defender y llevar a cabo nuestros proyectos», resumió, para recordar que el suyo, el de EH Bildu, es una Euskal Herria soberana e independiente, y añadir que cualquier Nuevo Estatus debe reconocer el derecho a decidir de la sociedad vasca. Por ello, aunque se mostró abierta a la suma de otros grupos y en favor del diálogo, manifestó que dialogar «no se puede confundir ni con la subordinación ni con la sumisión».

«Si no luchamos, perdemos»

Iriarte acabó su primer discurso insistiendo en que hay que resetear el marco de relación con el Estado para poder hablar de igual a igual, y coincidió en esa idea con su homólogo jeltzale, el último en subir al estrado.

Joseba Egibar acusó a EH Bildu de actuar como mero «supervisor» sin bajar a la arena, pero más allá de ese reproche el tono general de su discurso coincidió más con el de la coalición abertzale que con el del lehendakari. «Si luchamos podemos perder, si no luchamos perdemos seguro», concluyó el parlamentario del PNV la última intervención de la jornada, evocando las palabras de una mujer catalana durante la pasada Diada. Una frase redonda, sí, pero que choca con la advertencia de Urkullu sobre hipotéticas frustraciones.

De hecho, el lehendakari, que por la mañana expuso la opción de un modelo confederal para el Estado español, llegó a decir en su turno vespertino que un acuerdo respaldado únicamente por PNV y EH Bildu «significaría un fracaso estrepitoso para Euskadi como comunidad nacional integrada y cohesionada». Algo curioso, ya que minutos antes Egibar lamentó que cuando existía ETA se utilizaba «el argumento de la violencia» para evitar el reconocimiento del derecho a decidir, y ahora hay quien utiliza el argumento de la «pluralidad» con el mismo objetivo.

Con todo, el portavoz del PNV defendió la necesidad de una nueva relación con el Estado, admitiendo que el modelo actual «ni siquiera ha servido para cumplir» el Estatuto. Y aunque adelantó que el proceso para aprobar un Nuevo Estatus será «radicalmente democrático», «políticamente comprometido» y «necesariamente legal», afirmó que la decisión que adopten los vascos «debe ser respetada».

EP y PP piden dar marcha atrás

Egibar volvió a ser citado por Lander Martínez como responsable de que los jeltzales hayan logrado un acuerdo con EH Bildu en la Cámara, y emplazó a Urkullu a deshacer el camino. «Están a tiempo, empuje usted un acuerdo transversal, empújelo empezando por su partido, el PNV», dijo el parlamentario de Elkarrekin Podemos, que compartió tarea con Jon Hernández.

También Alfonso Alonso, primero en intervenir, exigió al lehendakari dar «un paso atrás». «Le pido responsabilidad y sensatez. Le reclamo que se aleje de las posturas radicales», instó el líder del PP, quien consideró que al Ejecutivo de Lakua le aguardan «dos años difíciles» si no se «enmienda a fondo». La cercana negociación presupuestaria será una buena piedra de toque para ver quién enmienda su postura.

«Confío en que las diversas estructuras del Estado demuestren una mayor sensibilidad hacia su propio carácter plurinacional»

IÑIGO URKULLU

Lehendakari

«Hemos acordado las bases que recogen los derechos imprescindibles para que la gente pueda afrontar el futuro con esperanza»

MADDALEN IRIARTE

EH Bildu

«Entre el todo o la nada, existe un enorme cauce en el que cabemos todos, y es el que hemos trabajado»

IDOIA MENDIA

PSE