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Chicago

Empleadas de McDonald’s hacen huelga en EEUU para denunciar el acoso sexual

Trabajadoras de McDonald’s en Estados Unidos realizaron una huelga el martes, uniéndose así al movimiento #MeToo, para denunciar el acoso sexual al que se enfrentan en sus puestos de trabajo ante la indiferencia de la dirección de la compañía de comida rápida.

Los empleados de McDonald’s de una decena de ciudades estadounidenses hicieron una jornada de huelga el pasado martes para protestar contra la falta de esfuerzos de la compañía a la hora de defender a sus trabajadoras y trabajadores del acoso sexual.

«Estoy aquí hoy para exigir un cambio», explicó Theresa Cervantes, una de las manifestantes, que se quejaron de los tocamientos y comentarios inapropiados a los que tienen que hacer frente sin que nadie haga nada para pararlos. «El acoso sexual es un problema universal, es una enfermedad», añadió esta joven de 20 años, quien acusó a los gerentes de la cadena de acosar regularmente a sus empleadas y detalló el caso de uno conocido por presionar a las trabajadoras para tener relaciones sexuales en la oficina.

Han iniciado este movimiento cuatro meses después de que varias empleadas presentaran una queja contra la compañía ante la EEOC, la agencia federal responsable de promover la igualdad en el mundo laboral.

«No podemos seguir aceptando que uno de cada dos trabajadores experimenten violencia bajo la supervisión de McDonald’s», subrayó Karla Altmayer, la organizadora del evento en Chicago. La huelga se extendió por Los Ángeles, Miami, Milwaukee, Nueva Orleans, San Francisco, St. Louis, Durham, Kansas City y Orlando.

Ejemplos de acoso

En estas movilizaciones, las trabajadoras compartieron sus experiencias de hostigamiento en el trabajo. Por ejemplo, una cajera de 15 años relató que un empleado mayor le dijo: «tienes buen cuerpo, ¿alguna vez has tenido chocolate blanco dentro de ti?». La adolescente contó lo sucedido a su gerente, quien le dijo que nunca ganaría esa batalla.

Otro caso es el de Tanya Harrell, de 22 años, de la que se mofaron por quejarse sobre un compañero que la había acosado verbalmente. Harrell dijo que un segundo compañero le obligó a entrar en el vestuario de los hombres y trató de agredirla sexualmente, pero ella decidió no informar del incidente debido a que la primera vez sus supervisores no actuaron.

«Es triste que tengamos que dejar el trabajo para ser tratadas con respeto, pero no vamos a permanecer calladas mientras la compañía ignora el acoso al que nos enfrentamos», comentó. Añadió que «McDonald’s tiene la responsabilidad de proporcionar un lugar seguro para trabajar y vamos a seguir hablando hasta que la compañía escuche nuestras peticiones de cambio».

La dirección de la cadena de comida rápida respondió, en un comunicado, que tiene «políticas y procedimientos estrictos» para prevenir el acoso sexual. Aseguró que ha contratado expertos en prevención «para cambiar nuestras políticas de modo que cualquier persona que trabaje para McDonald’s lo haga en un entorno seguro todos los días».

La huelga del pasado martes fue anunciada como la primera de carácter multiestatal, dentro de Estados Unidos, sobre el acoso sexual en el lugar de trabajo en más de cien años. La última huelga de ese tipo tuvo lugar en 1912, cuando las trabajadoras de la empresa textil Kalamazoo Corset Company salieron a las calles quejándose de la explotación sexual a la que les sometían sus capataces.