Arnaitz GORRITI

LOS DENVER NUGGETS TROTAN A LA CIMA DEL OESTE DE LA MANO DE NIKOLA JOKIC

Este es otro reportaje que loa a Nikola Jokic, el pívot serbio que lidera a unos Denver Nuggets que empiezan a atraer las miradas. Otro reportaje que se pregunta cómo puede ser hombre franquicia un pívot que juega de base y lo mismo firma un triple doble como no mira a canasta.

Ya es mala suerte, porque los Denver Nuggets vienen de perder sus dos últimos partidos: uno ante los Grizzlies en el que Jokic solo tiró una vez a canasta, y falló, en un desesperado intento triple que evitase el 89-87 final, y por 113-111 ante los Brooklyn Nets, cuando unos pasos del propio pívot serbio dieron el último balón a la joven franquicia neoyorquina, que ganó de la mano de Caris LeVert, dejando en nada el partidazo de Jokic, que se fue a los 37 puntos y 21 rebotes. Aun así, con un balance 9-3, los de Colorado aspiran a mantenerse en la parte alta del Oeste.

Este no es otro reportaje que glosa la vida y milagros del Joker –no hay mejor apodo–, sobre todo de sus conocidas pocas ganas de entrenar que lo volvieron en un talentoso jugador pasado de peso, elegido en el puesto 41 del draft de 2014 y elevado a la categoría de estrella porque combina un físico obsoleto –213 centímetros, pero poco explosivo y saltarín, y muscularmente poco definido– con un entendimiento de juego que lo emparenta con nombres del nivel de Vlade Divac, Kresimir Cosic, Bill Walton o el mismísimo Arvydas Sabonis. Ahora todo el mundo se apunta a caballo ganador, y el arranque de los Nuggets, que no pisan unos play offs desde la campaña 2012/13, parece haber justificado su renovación astronómica de cinco años por ¡146,5 millones de dólares!, después de promediar 18,5 puntos, 10,7 rebotes y más de 6 asistencias la pasada campaña.

Dibujante de una identidad colectiva

«Estamos construyendo una identidad propia, y Nikola forma una gran parte de esa identidad», asegura Michael Malone, su técnico de Denver, que apuesta por su joven pívot con los ojos cerrados, punta de lanza de una joven plantilla. Nadie lo hubiera dicho cuando en el draft de 2014 los Nuggets se hicieron con el bosnio Yusuf Nurkic y que fue la primera apuesta del propio Malone para ocupar la pintura en la franquicia.

Mientras el cuerpo técnico de los Nuggets afinaba el físico de Jokic, este reclamaba atención cambiando la forma de juego. Son célebres sus contragolpoes guiados al paso, para que segundos después algún compañero reciba en solitario para una canasta fácil, un pase que solo el Joker ha concebido. «Mientras los grandes pívots pasadores de otras épocas promovían su talento "desde el poste bajo o forzados por las ayudas, Jokic dirigía contrataques y disparaba todo posible género de pases”», explica el veterano Richard Jefferson en el admirado artículo del vizcaino Gonzalo Vázquez, que completa la explicación «Los nuevos jugadores grandes fueron ampliando facultades técnicas muy por encima de lo que intuyó el pasado, pero seguían siendo básicamente finalizadores y precisaban de los compañeros como recursos para ellos. Jokic, en cambio, rompe a placer esa ecuación», convirtiéndose en el primer «base-pívot» que engloba las dos posiciones de cabecera del basket.

Todavía queda un mundo y habrá que ver si los Nuggets, que ya el año pasado rozaron colarse en postemporada, confirman lo mucho que prometen. Desde la campaña 2008/09, cuando sus referentes eran –agárrense– Carmelo Anthony y Linas Kleiza, Denver no supera una ronda de play offs. Mientras se recupera su otra estrella, Isaiah Thomas, Nikola Jokic será quien tire del carro de los de Colorado; a su ritmo, haciendo disfrutar el resto, paladeando el baloncesto.

Fin al culebrón de Jimmy Butler al ser traspasado a Philadelphia

A cambio de que los Minnesota Timberwolves reciban a Robert Covington, Darijo Saric, Jerryd Bayless y una segunda ronda de 2022, Jimmy Butler termina, junto con Justin Patton, traspasado a los Sixers de Philadelphia, poniendo fin a uno de los más agrios culebrones de la campaña, toda vez que Butler estaba persuadido de irse de los Wolves y se había convertido en un agente tóxico para su propia franquicia.

Mientras tanto, el futuro de Carmelo Anthony como jugador de los Houston Rockets pende de un hilo. Los Rockets volvieron a caer, 96-89, frente a los Spurs, en un duelo en el que Anthony causó baja por gripe, oficialmente. No obstante, la franquicia texana, que lo fichó por un contrato «mínimo» de 2,4 millones, está bien decepcionado con el rendimiento de un jugador que está lejos de quien fue máximo anotador de la NBA en 2013.A.G.