Raimundo Fitero
DE REOJO

Natos

Pasaron una película de 1994, “Asesinos natos”, dirigida por Oliver Stone, a partir de una historia de Tarantino que renunció a firmar el guion por las alteraciones del equipo de dirección y resultó ser una magnífica manera de entender la vida política de hoy, dos mil dieciocho. El espectáculo de la muerte, los medios de comunicación interesados por lo morboso, por lo circunstancial, por las audiencias y no por acercarse ni por asomo a la verdad, a la personalidad de esa pareja que va sembrando de muerte su caminar, y con cínico final feliz, la pareja con tres niños en una autocaravana. Se podría entender que es la banalización de la violencia, el espectáculo como forma de canalizar la ideología más desmovilizadora.

Después de esta magnífica película, llego a la conclusión de que Vox es una construcción política y mediática que sirve para mantener el espectáculo en máximas audiencias. Casi nada de lo que dicen sus dirigentes difiere demasiado con las propuestas de Zipi y Zape, por lo que se trata de crear una oferta que les complemente y les haga parecer más centrados, a los descentrados centralistas Casado y Rivera, la auténtica carcunda regresiva y violenta. Yo diría que son reaccionarios natos, sin paliativos ni intención regenerativa.

Por eso al ver en ese espacio demoledor de toda noción de política de calidad, “La Sexta Noche”, a Monedero expresarse con tanta insuficiencia analítica, tanta demagogia y lugares comunes, volví a sospechar del estado de trampa absoluta en la que se vive. Los que forman el disco duro de Podemos no son alternativa, son freno, son un producto retardatorio de cualquier avance democrático. Viven en la inane retórica universitaria vintage, no saben canalizar la indignación más allá de sus sueldos y chalets. Son unos insignificantes natos.