Ion SALGADO
AMURRIO
Ataque político en un caserío de amurrio

«No nos moveremos de nuestra casa, ni de nuestras ideas políticas»

Mertxe Azkarraga relató ayer que la bala que dispararon el domingo contra el caserío de su familia pasó entre las personas que estaban en la cocina, «poniendo en riesgo nuestras vidas». Vinculó lo sucedido con la situación política actual: «A los políticos de derechas les interesa que vivamos con miedo». El identificado sería un expolicía de 74 años.

«No nos vamos a mover de aquí, de la casa de nuestros antepasados, ni de nuestras ideas políticas». Este es el mensaje que trasladó ayer Mertxe Azkarraga a la persona que disparó el pasado domingo contra la casa de su familia, situada en Lezama, un pequeño concejo perteneciente al municipio alavés de Amurrio. El proyectil, de 9 mm, entró por la ventana de la cocina, pasó entre las personas que estaban allí e impactó en la pared, «poniendo en riesgo nuestras vidas».

En declaraciones a los medios congregados en la plaza Juan Urrutia, donde tuvo lugar una concentración convocada por el Ayuntamiento, Azkarraga insistió en que no hay problemas personales entre los vecinos, y vinculó lo sucedido a la situación política actual, marcada por el auge de la extrema derecha. «Sabemos que a los políticos de derechas les interesa que vivamos con miedo», señaló.

Asimismo, recordó que en la casa de su familia cuelgan tres banderas: una contraria al uso del fracking, la de la República Árabe Saharaui Democrática y la que reclama la repatriación de los represaliados vascos. Esta última responde a una demanda mayoritaria de la sociedad vasca, frente a unas medidas de excepción que se ceban con los allegados de los presos y presas.

Bien lo sabe Azkarraga, que hace 28 años perdió a un familiar a consecuencia del alejamiento. Se llamaba Fontso Isasi y falleció junto Pili Arzuaga el 1 de julio de 1990, cuando se dirigían de visita a la cárcel de Ourense. «Seguiremos agitando la bandera, porque no tenemos miedo», manifestó tras criticar que, de momento, la actuación policial se ha limitado a practicar una identificación.

Fuentes consultadas por GARA detallaron ayer que la Ertzaintza ni siquiera ha remitido el atestado de lo ocurrido a los juzgados de Amurrio, donde ayer mismo presentó una denuncia la familia Azkarraga Isasi, que se personará como acusación particular.

Por el momento, la Policía autonómica solo ha identificado a una persona. Se trata al parecer de un hombre de 74 años, exagente de la Policía española. Según informó la agencia Efe aludiendo a fuentes de la investigación, en el registro de su vivienda se encontró munición, pero no la pistola con la que presuntamente disparó.

Las mismas fuentes indicaron que, pese a que este entregó su pistola reglamentaria al jubilarse, la ley permite que los miembros de la FSE tengan otra arma que pueden conservar tras dejar su actividad si piden permiso para ello y esgrimen algún tipo de justificación.

Esta agencia añade el dato, sin relación con el caso, de que el expolicía es pariente del exlehendakari Juan José Ibarretxe.

Manifestación de Sortu

La responsable de Sortu en Araba, Oihana San Vicente, que participó en la manifestación convocada por la izquierda abertzale en Amurrio, aseveró que «todos los indicios» apuntan a que fue el expolicía quien disparó contra la casa, y censuró que es «inaudito que no se tomen las medidas cautelares necesarias contra el sospechoso».

«Esto ha pasado en un contexto muy determinado, en el que la derecha española está cultivando el odio. Nos parece una irresponsabilidad tratar de relativizar la gravedad de los hechos. Los ataques fascistas no son un hecho aislado en esta comarca», añadió. El mes pasado aparecieron pintadas en el coche y en la casa de María José García, edil de Orain Amurrio, donde se leía «Viva España».

 

Repulsa general, aunque el PNV lo equipara a pintadas en sedes y la alcaldesa lo «relativiza»

La Junta de Portavoces del Ayuntamiento de Amurrio, por unanimidad, condenó de manera «contundente» este ataque en una sesión urgente por la mañana. Poco antes, la alcaldesa del PNV, Josune Irabien, se había mostrado bastante más tibia en declaraciones a Radio Euskadi, en las que remarcó que el hecho es «aislado», prefirió «relativizarlo», evitó confirmar el evidente carácter político del ataque y añadió que «quizás haya quien pueda utilizar esta cuestión».

También parecieron evolucionar durante el transcurso del día las posiciones de otros agentes políticos. Así, a primera hora el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, también cargó contra la izquierda abertzale, pero luego el EBB emitió una nota bastante más tajante sobre el disparo.

En entrevista a Onda Vasca el presidente del PNV rechazó la acción pero apostilló que «ya me gustaría que Arkaitz Rodríguez hablara con esa rotundidad cuando se atacan las sedes de los partidos, cuando se ponen dianas sobre el nombre de la Ertzaintza o las siglas del PNV o cuando nos ponen de rojo y amarillo los batzokis. Eso también es violencia y también es inaceptable», replicó a la comparecencia del lunes del secretario general de Sortu. «Esto es lo que tienen que aprender Bildu y Sortu, no solo condenar, protestar y denunciar cuanto te pasa a ti, sino también cuando les pasa a los demás», añadió Ortuzar tras apuntar que después de la frustrada negociación presupuestaria la relación mutua es «cero».

A mediodía, por contra, el EBB emitió un comunicado en el que subraya que acciones como la de Amurrio «son siempre inaceptables e injustificables, y lo siguen siendo en 2019, cuando la sociedad vasca ya ha superado este tipo de actuaciones que nos retrotraen a épocas que jamás deberíamos haber vivido». Trasladó además su «solidaridad y cercanía» a la familia de la izquierda abertzale que salió ilesa del disparo.

El Gobierno de Lakua se posicionó a preguntas de los periodistas, tras la rueda de prensa que cada semana sigue al Consejo de Gobierno. Su portavoz, Josu Erkoreka, valoró el ataque como «grave y preocupante» y eludió otras consideraciones.

«Que se produzca un disparo con arma de fuego es un dato preocupante en una sociedad civilizada que tiene que organizar la convivencia sobre la paz, el reconocimiento mutuo y el derecho a los derechos fundamentales», consideró.

En referencia a las críticas de Arkaitz Rodríguez, el portavoz de Lakua aseguró que la Ertzaintza está acometiendo su labor «con todas las garantías y las exigencias de rigor». «La responsabilidad gubernamental en este momento se circunscribe sobre todo a llevar a cabo la investigación policial necesaria para esclarecer los hechos», concluyó.

En cuanto a EH Bildu, en declaraciones a EiTB la portavoz parlamentaria, Maddalen Iriarte, hizo ver a Ortuzar que no puede equiparar unas pintadas y un disparo de fuego real. Y, en una nota, el parlamentario y secretario de Libertades Democráticas de EH Bildu, Julen Arzuaga, calificó de «gravísimo» lo ocurrido y lamentó que se pretenda «ocultar la evidente motivación política» del ataque. Ve «incomprensible» que ni Ertzaintza ni Justicia «hayan tomado aún medidas» y que determinados partidos y medios «pretendan minimizar e incluso ocultar» el hecho. EH Bildu promoverá una declaración institucional del Parlamento de Gasteiz.GARA