Una mujer de 59 años de edad y su hijo de 32, se quedaron ayer «en la calle» en Barakaldo y «sin una alternativa para dormir esa noche».

A las 9.15 horas una comitiva judicial, con presencia de la Ertzaintza, acudió a la vivienda de esta familia, ubicada en el barrio de Arteagabeitia. Los objetos personales de la mujer y su hijo se quedaron sobre la acera.

La plataforma contra la exclusión social y por los derechos sociales Berri-Otxoak de Barakaldo denunció que el protocolo antidesahucios acordado en 2013 por el Gobierno Vasco, Eudel y el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), tras el suicidio de la vecina del municipio Amaia Egaña, es «papel mojado», como evidencia lo ocurrido ayer.

Berri-Otxoak explicó que esta familia, con sus dos miembros en paro, se dirigió hace ya unos meses a los servicios sociales de Barakaldo «sin obtener ninguna respuesta a su situación de vulnerabilidad económica».

Con el Ararteko

Por otra parte, la organización Stop Desahucios llevó al Ararteko, Manuel Lezertua, el incumplimiento en la CAV del dictamen del Comité DESC de la ONU y le ha reclamado medidas para que este protocolo se aplique.

En ese informe se recogen medidas concretas para que no haya desalojos forzosos de personas vulnerables sin que previamente se haya garantizado una alternativa habitacional adecuada.

Stop Desahucios aseguró que el Ararteko, Manuel Lezertua, coincidió en que el citado dictamen es de obligado cumplimiento y les comunicó que se va a reunir con los departamentos vascos de Vivienda y Justicia para elaborar una resolución al respecto