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Empiezan a vibrar los tambores y, con ellos, Donostia entera

Imposible claudicar ante la fiesta grande de Donostia. Las miles de donostiarras que desfilarán en las tamborradas ya han asido las baquetas para no soltarlas hasta medianoche, los barriles resuenan incesantes y los cocineros han atado los mandiles a la espalda.

La fiesta ha estallado, y las calles de Donostia, insomnes durante 24 horas, reciben a las tamborradas que, a golpe de baquetas, zumban los oídos de las donostiarras que esperaban con ansia el festejo más sentido del año.

El alcalde Eneko Goia izó la bandera al ritmo de la Marcha de San Sebastián de Sarriegi, a las doce en punto de la noche. Junto a el asistía también Rosa García, a quien este año se ha concedido el tambor de oro. La plaza de la Constitución, a rebosar otro año más, acogió a la infalible compañía Gaztelubide, encargada de abrir el día de San Sebastián.

Uno de los actos más importantes de esta festividad tuvo lugar ayer: Las Medallas al Mérito Ciudadano. Este año, los galardonados fueron el centro de FP Elizaran Ikastetxea, que cumple cien años, «por ser un centro pionero en la integración laboral de la mujer»; el grupo de teatro Gaztetxo, que ha llevado al escenario 16 musicales; y las asociaciones Eragin, Hazi eta Ikasi y Ancora. La primera, por su labor cultural enfocada a la mujer, Hazi eta Ikasi «por el apoyo escolar ofrecido voluntariamente a niños y niñas de familias con escasos recursos», y Ancora, «por su trabajo a favor de la conservación del patrimonio urbanístico de la ciudad».

Mirando al cielo

Los donostiarras, sobre todo los niños, se habrán levantado hoy mirando al cielo, y es que la lluvia podría impedir que marche la Tamborrada Infantil. Eso sí, si no sale hoy, se echará a la calle mañana, y si la lluvia vuelve a aguar la fiesta, el Ayuntamiento valorará las opciones para hacerlo otro día.