Iker BIZKARGUENAGA
RUGIDOS ROJIBLANCOS

Estamos perdiendo por goleada

Cuando Beñat lanzó esa falta a la grada mascullé algo irreproducible y constaté que hay cosas que sólo es capaz de hacer el Athletic, como tirar fuera un centro a balón parado en la última jugada del partido. Pero al apagar la tele ya se me había pasado el disgusto. Es raro, porque suelo tardar en digerir las derrotas, pero este derbi casi lo daba por amortizado. No comparto esa sinsorgada de que sólo eran tres puntos, es mentira, pero la estadística manda: nos han cogido la medida. Así que mejor pasar el trago cuanto antes; zorionak a los vecinos y a otra cosa mariposa.

El cabreo llegó después, cuando entré a salsear en las redes. Puro masoquismo. Lo que encontré no fue una sorpresa, ya viene siendo habitual, pero sí me resultó enervante, abrumador. El intercambio de insultos era una competición de esputos. Los de la Real, crecidos, dándole un nuevo sentido a la definición de regodeo, y los rojiblancos revolviéndose no como leones sino como gatos panzarriba. Un espectáculo lamentable, donde además las ocurrencias más celebradas tenían un componente sexual y un tufo machista que echaba para atrás.

Me entraron escalofríos. Porque algo no va bien en una sociedad donde para disfrutar de una victoria deportiva alguien tiene que invitar al rival «a mamarla». En serio, ¿qué os pasa con el sexo? Y porque estamos rompiendo aquello que nos hacía especiales y nuestra rivalidad un ejemplo a seguir, cuando un derbi –entonces no había tantos– era farra, ambientazo y pique sano. Una gozada. O tempora, o mores…

Hemos entrado en un cainismo que envenena el ambiente. Por supuesto, no todo el mundo se comporta así, y de hecho todavía es un fenómeno bastante limitado a esa barra de bar que son las redes sociales. Pero a uno se le cae el alma a los pies cuando ve a gente cabal retozando en el fango.

No sé si es culpa del fútbol moderno o del provincianismo viejo, ese que algunos, hoy alborozados, llevan años alentando, pero aunque es probable que el próximo derbi lo vuelva a ganar la Real, el partido importante lo estamos perdiendo todos aquellos que cuando miramos a nuestro país intentamos ver más allá de la barandilla de la Concha o el puente de San Antón.