Joseba VIVANCO
Fútbol internacional

El fútbol también es de los gordos

El SV Robin Hood surinamés, el Atlético Pantoja dominicano, el romanista Nicolo Zaniolo o el inglés Billy Sharp... ¿les suenan?

Minuto 85 de encuentro. Edgar Davids recibe el balón, se lo pasa a su compañero Frank Rijkaard y éste se lo cede a un por entonces imberbe Patrick Kluivert, que hace un control orientado y marca de puntera. Ese gol daba al Ajax de Amsterdam su cuarta y última Copa de Europa, la de la temporada 1994-95. ¿Qué es lo que unía a aquellos tres talentos además de vestir la camiseta ajacied? Hay que remontarse a sus orígenes, en concreto hasta la que fuera colonia nederlandesa durante tres siglos, Surinam, y cuya sangre corría por las venas de esta generación de oro a la que se sumaba en aquel Ajax un tal Clarence Seedorf. Tal podía haber sido el potencial de la selección de la antigua Guayana Holandesa que en plena clasificación para el Mundial de Francia´98 podría haber formado con el equipo siguiente: Stanley Menzo, Reiziger, Winter, Rijkaard, Vanenburg; Edgar Davis, Seedorf, Ruud Gullit, Bryan Roy, Taument, Jimmy Floyd Hasselbaink y Patrick Kluibert. Pero el Gobierno local no acepta la doble nacionalidad, o eres surinamés o neerlandés. Y baste un elocuente dato: una investigación de la FIFA en 2009 reveló que había 150 jugadores que podían tener ciudadanía de Surinam en la Eredivisie. Lo que se pierde el país centroamericano y gana el europeo.

Hace solo unos días se vieron las caras en la modesta liga del país los dos conjuntos con más tradición, derbi de la capital Paramaribo, el SV Transvaal y el SV Robin Hood, partido que acabó en empate, lo que mantiene a los primeros en la cuarta plaza y a su histórico rival, vigente campeón, segundo. El Transvaal, que en 1971 tuvo el honor de ser el oponente del Santos brasileño en el partido número 1.000 de Pelé, alberga también el privilegio de ser el único club de Surinam en haber conquistado la Copa de Campeones de la Confederación Centroamericana y del Caribe, en los lejanos años 1973 y 1981; el Robin Hood, por contra, la maldición de ser el único club del mundo en haber disputado cinco finales continentales, de esa misma Copa, y haberlas perdido todas, entre 1972 y 1983.

Fueron años felices, como los que se adivinan para el fútbol en un país tan beisbolero como la República Dominicana. Porque si el dato sobre el negativo récord del SV Robin Hood era para sobresaliente, ¿hay alguien al otro lado de la página capaz de nombrar un jugador dominicano de postín, pasado o actual? Pues con decir que uno es Jonathan Faña, que marcó goles para el W Connection de Trinidad y Tobago, el Árabe Unido panameño y el Puerto Rico Islanders, y otro es el defensor Heinz Barmettler (de padre suizo), que llegó a participar en la Champions League con el Zurich suizo, lo decimos casi todo. Actualmente, su mayor exponente es el delantero del Madrid Mariano Díaz, de madre dominicana.

El hecho es que la igualmente modesta liga del país antillano, profesionalizada hace solo cuatro años, ha pasado de diez a doce equipos y a la vez, por segundo año consecutivo, acaba de clasificar un representante para la Champions Centroamericana y del Caribe, la que en su día ganó el SV Trasnvaal. Nada más y nada menos que el New York Red Bull será este jueves el rival del campeón Atlético Pantoja, así, como suena, dirigido por el ibicenco Oliver Mendoza, con pasado en los banquillos del balompié de Venezuela o Curaçao.

Cada vez más asentado y atractivo, aunque solo sea por lo bien que pagan a los extranjetos, es otro fútbol exótico, cada vez menos, como el chino. El último en aterrizar esta semana en la liga del gigante asiático ha sido el esloveno Marik Hamsik, que ha abandonado el Napoli doce años después para firmar por el Dalian Yifang. El eterno ‘17’ se marcha como el futbolista con más partidos y goles de la historia del club partenopeo, por delante del mismísimo Diego Maradona, que despide a toda una leyenda. Cobrará, se dice, nueve millones de euros al año. En cualquier caso, nada comparable a los 25 millones que, ha trascendido, el luso José Mourinho y sus colaboradores cobraron de finiquito tras ser despedidos en el United.

Piatek, suma y sigue

Al que cualquier poderoso club cubriría de oro es al joven Kylian Mbappé, que esta jornada dio la victoria al PSG con otro golazo más, y ya es el primer jugador francés que marca 19 goles en sus primeros 18 partidos de una campaña en la Ligue 1 en los últimos 54 años. Solo Messi suma más que él, 22, este curso. La carrera por la Bota de Oro sigue preciosa, con el argentino liderando la tabla, seguido del galo y tercero, con los mismos goles, Cristiano Ronaldo. Entre los primeros clasificados se encuentran el polaco Piatek y el colombiano Duván Zapata, que se vieron las caras esta jornada en la Serie A, con victoria y dos tantos del primero en el 3-1 del Milan al Atalanta. Tropezó el Napoli en casa, ante solo 18.000 en el estadio San Paolo, y la Juventus se va de manera definitiva con trece puntos de ventaja.

Pero si un hecho abre portadas en Italia es el desencuentro entre el Inter y su capitán Mauro Icardi, al que ha despojado del brazalete, sigue sin jugar, su renovación está en el aire, un tifoso lanzó una piedra contra el coche de su mujer y agente, y la Curva Sud interista repartiendo panfletos en las afueras de San Siro, donde se leen cosas como «fuera los mercenarios del Inter… no se puede aceptar que un jugador un día decida que la camiseta no sea suficiente para él y su ego…». Todo lo contrario de los días de vino y rosas que vive un prometedor juvenil de nombre Nicolo Zaniolo, al que la Roma no solo está dispuesta a darle el simbólico ‘10’ de Francesco Totti sino que quiere blindarle hasta 2024 con un contrato por el que pase a cobrar de 300.000 euros al año a 2,5 millones.

De la noche a la mañana este chaval de 19 años que viene de marcar un doblete en Champions es un jugador codiciado y seguido, y lo primero que ha hecho es pedirle a su madre que deje de subir a las redes sociales sugerentes fotos de ella, recordándola que tiene 40 años. Puestos a dar consejos, al pipiolo rossonero se los podría dar ‘Super’ Mario Balotelli, que parece haber renacido tras fichar por el Marsella, donde lleva tres goles en cuatro partidos, pero también le podría explicar cuatro cosas de la vida un delantero inglés llamado Billy Sharp.

Seguro que el nombre de este goleador nacido en la misma ciudad en la que se rodó ‘‘Full Monty’’ les suena casi tanto como el de SV Robin Hood surinamés o el Atlético Pantoja dominicano. Pues en el balompié de las Islas este tipo curtido en mil batallas, el infrafútbol y apenas 18 minutos en la Premier League, ha hecho historia viva: se ha convertido en el máximo goleador nacional de la historia teniendo en cuenta todas las categorías del fútbol británico.

Morir su hijo y dedicarle un gol

Forjado en la ciudad del acero de Sheffield, como Joe Cocker o Def Lepard, y bajo esa leyenda que reza ‘‘Con ayuda de Dios, trabajo y progreso’’, Sharp dio sus primeras patadas al balón en la academia de los blades de su urbe natal. Llegó a debutar, pero lo suyo no fue ningún camino de rosas. Hoy, capitanea a su equipo del alma, tras años de idas y venidas, pero sumando goles y más goles. En 2010, en el Doncaster Rovers, marcó a su Sheffield United y se destapó la camiseta para que todo el mundo leyera un mensaje: «Just a fat lad from Sheffield» (Solo un tipo gordo de Sheffield). Una manera de redimirse por no haber respondido antes a las expectativas en el club de su ciudad.

Una década después, con ya 32 años, nadie atesora más goles que él en las categorías profesionales inglesas, 220 dianas, una de ellas, la más emotiva, la anotada en 2011 cuando su primer hijo falleció dos días después de haber nacido debido a una enfermedad llamada gastrosquisis. Sharp decidió jugar esa misma semana y marcó frente a Middlesborough e Ipswich ganándose la ovación de las aficiones rivales. Al lado de su mujer, Jade Fair, fundó una institución que ayuda a las personas afectadas por esa patología. En diciembre de 2012, la pareja dio a luz al segundo hijo; el tercero nació tres años después, también en diciembre. Lo dijo Albert Camus en aquella recurrente frase: «Todo cuanto sé con mayor certeza sobre la moral y las obligaciones de los hombres, se lo debo al fútbol».