Al contrario del Celta, próximo rival del Alavés que cuenta con varios lesionados importantes, el conjunto gasteiztarra ha recuperado «en lo más bonito» de la temporada a un jugador como Adrián Marín, con alta médica tras las numerosas lesiones que ha tenido y que le han impedido tener regularidad este curso.

«Se podría decir que empieza la temporada para mí», señaló ayer el lateral izquierdo tras reconocer que ha sido una época «difícil» porque cuando llegó a Gasteiz lo hizo con la idea de adaptarse al equipo y «poder tener la máxima continuidad».

«Tuve una primera lesión y me costó dos meses engancharme al ritmo y ahora me siento mejor», recordó el futbolista que tuvo molestias en el tendón del bíceps femoral que derivaron en una tendinitis que «requería varios tratamientos».

«Estos meses he trabajado en muchos aspectos, sobre todo en el mental», afirmó el canterano del Villarreal que llegó en verano, quien expresó su deseo de «volver a tener esa chispa, estar al 100% después de las lesiones y de acabar la temporada con los máximos minutos posibles».

El Celta, sin Iago Aspas

El Celta llegará a Mendizorrotza en una situación muy delicada con solo una victoria y siete derrotas en las últimas ocho jornadas, lo que le ha hundido en el pozo y solo tiene a un punto la zona de descenso.

A los problemas de juego y resultado se le suman las lesiones. Y es que ayer se conoció que Iago Aspas estará de baja «entre cuatro y seis semanas más» tras recaer de la rotura fibrilar que sufrió a finales de diciembre en el gemelo de la pierna derecha. La ausencia de la estrella gallega se une a la del lateral derecho Kevin Vázquez, que sufre una rotura parcial en el tendón pectoral mayor izquierdo, y del atacante Ryad Boudebouz, que cumplirá un partido de sanción.

Para el partido contra el Alavés, Miguel Cardoso recuperará al delantero uruguayo Maxi Gómez, que no jugó contra el Levante por sanción.