Ramón SOLA
BILBO
ELECCIONES ESTATALES

El PNV cierra con alivio la campaña: «Estábamos acongojados antes»

La confesión de Andoni Ortuzar de que el PNV afrontó la campaña «acongojado, por no decir otra cosa» por la polarización existente, las vacaciones y la cercanía de las forales y municipales sobresalió en el acto de cierre de campaña. Dice tener ahora buenas sensaciones y pone cifra al objetivo jeltzale: seis diputados.

Andoni Ortuzar, presidente del PNV; Iñigo Urkullu, lehendakari; Aitor Esteban, cabeza de lista al Congreso por Bizkaia; y Almudena Otaola y Maribel Vaquero, candidatas al Senado por Araba y Gipuzkoa, respectivamente, fueron los encargados de clausurar la campaña del PNV. Un acto para el que esta vez no eligieron La Casilla sino el Arenal bilbaino, a pie de calle, donde se reunieron cientos de simpatizantes y ante los que Ortuzar hizo un par de confesiones poco habituales.

La primera fue que «no sabéis el miedo que teníamos a esta campaña. Todo nos venía a contrapié: las vacaciones, la polarización con el trío de Colón, la ebullición en los batzokis centrada en la siguiente campaña... Pasamos unos días de acongojo, por no decirlo de otra forma cambiando las letras, pero las dudas se nos despejaron enseguida cuando vimos que estábais allí. Vosotros sois nuestra poción mágica».

La segunda, al final de su alocución, consistió en poner cifras al objetivo jeltzale, algo siempre peligroso. Lo cuantificó en seis diputados, repartidos así: uno en Araba, dos en Gipuzkoa y tres en Bizkaia. Cabe entender que las encuestas de que dispone el PNV así lo anticipan. Supondría subir uno y volver a su cifra más habitual después del vendaval de Podemos, que le superó incluso en su feudo de Bizkaia en junio de 2016.

Ortuzar dijo sentirse bastante más tranquilo tras estas dos semanas. Auguró unos buenos resultados mañana, pero alertó de que «la poción mágica la necesitaremos también después del domingo, no solo por las elecciones que vienen, sino porque la política española pinta mal, el sur está revuelto».

Seguidor fiel de las historietas de Astérix y Obélix, el presidente del EBB utilizó a estos personajes como hilo conductor de su discurso. De la campaña concluyó que «están locos estos romanos», en alusión a todas las fuerzas españolas, y añadió que «no vamos a dejar que caiga sobre nuestras cabezas el cielo del autogobierno. No les vamos a dejar. Para eso os pido el último esfuerzo: indeciso o indecisa que conozcáis, pedidle el voto para el PNV, es el voto seguro, el voto vasco». «¡Aldea vasca irreductible!», clamó al final de su intervención.

Al contrario que al inicio de campaña, en este acto final jeltzale no hubo críticas a EH Bildu, sino que todos los mensajes descalificatorios se dedicaron a los partidos estatales, incluido Unidas Podemos.

«La gota en la piedra»

En cuanto al resto del mitin, el mensaje repetido machaconamente –lo ha sido en toda la campaña– consistió en que es el PNV quien garantiza la defensa de los intereses vascos.

«Nuestros intereses empiezan y acaban aquí», arrancó Otaola. «Solo nos mueve Euskadi», añadió Vaquero. «Es necesaria una visión exclusivamente vasca en Madrid», siguió Esteban.«Quien piense en Euskadi, que nos vote, que vote a la casa de su aita y de su ama», concluyó Ortuzar. Entre medio, Urkullu aludió al preocupante panorama de Madrid («aplicación del 155 por primera vez en 40 años, moción del PP en el Senado contra las transferencias, reconquista, manipulación con el ‘Cuponazo’...») para ofrecer como antídoto al PNV.

Para el que busca seguir siendo portavoz jeltzale en Madrid, Aitor Esteban –introducido en este acto como «el mejor orador, el que nos ha regalado momentos históricos en el Congreso»–, «los vascos saben que el PNV nunca les dará la espalda, hasta que seamos libres».

Ante decenas de ikurriñas ondeando al viento, alentadas a ello por la presentadora del acto, Esteban afirmó que el PNV lleva años siendo la gota de agua que va «agujereando insistentemente la roca de Madrid» y que piensa seguir en ello.