Martxelo DÍAZ
IRUÑEA
MOVIMIENTOS POSTELECTORALES

El PSN insiste en seguir excluyendo a EH Bildu

El PSN sigue determinado a mantener la exclusión de EH Bildu en las negociaciones para formar Gobierno en Nafarroa, a pesar de que Bakartxo Ruiz recordó que son imprescindibles para parar a la derecha y que los vetos están superados en la sociedad navarra.

«EH Bildu no es progresista», destacó ayer Ramón Alzórriz, secretario de Organización del PSN, tras la reunión que este partido mantuvo con Geroa Bai en el marco de la ronda de contactos de cara a explorar las posibilidades de conformar un Gobierno alternativo al de Navarra Suma.

«Liderar un gobierno progresistas, de izquierdas y plural» es el objetivo del PSN, según señaló en repetidas ocasiones Alzórriz, que insistió también en que «no negociarán ni pactarán con EH Bildu» para ello.

Dos horas antes de que el PSN y Geroa Bai se reunieran en el Parlamento, Bakartxo Ruiz compareció junto a los parlamentarios de EH Bildu (faltaba Miren Aranoa que se encuentra en Argentina en la visita que Sanfermines 78 está realizando) para lanzar un mensaje claro: «Es imposible configurar una alternativa a la derecha en Navarra sin hablar con EH Bildu».

En este sentido, Ruiz calificó de «hacer teatro» y de «política ficción» intentar articular una mayoría frente a la derecha sin EH Bildu y destacó que el PSN tiene el día 15, con la constitución de los ayuntamientos, «una oportunidad para demostrar que puede corregir su trayectoria histórica y las obsesiones como la de marginar a EH Bildu». Junto a ello, señaló que el objetivo de EH Bildu en este momento político es consolidar los avances sociales logrados y cerrar la puerta a la derecha.

Ruiz subrayó que «las decisiones de Navarra deben tomarse en Navarra. Ni en Ferraz, ni en Génova ni en Madrid».

Frente a ello, el PSN está, según señaló Alzórriz, «en la misma sintonía que está y ha estado el Gobierno de España, de conformar gobiernos plurales, de izquierdas y progreso», lo que trasladado a Nafarroa significa que no permitirán que Navarra Suma gobierne y no negociarán con EH Bildu.

A Alzórriz le preguntaron insistentemente si las negociaciones que el PSN comenzó ayer con Geroa Bai –y que hoy continuarán con Podemos-Ahal Dugu y mañana con I-E– suponían un desafío a Ferraz, que, según filtraciones a medios, no lo vería con buenos ojos. El secretario de Organización del PSN negó que hubiera confrontación con Ferraz y recordó que José Luis Ábalos, su homólogo a nivel federal, no ha visto problemas a la ronda de contactos iniciada ayer. Eso sí, la línea roja marcada a EH Bildu parece que es la garantía de tener el visto bueno de Ferraz.

La reunión que ayer mantuvieron el PSN y Geroa Bai se puede calificar de una toma de contacto, aunque las dos partes reconocieron que también hablaron de la constitución de los ayuntamientos el día 15 y de la formación de la Mesa del Parlamento. Fuentes de la Cámara apuntaron que el PSN tiene también intención de marginar a EH Bildu del órgano de gobierno del Parlamento y, de paso, asegurarse la Presidencia de la Cámara.

En su comparecencia, Ruiz defendió que las fuerzas que firmaron el acuerdo programático en 2015 suman 19 escaños, lo que es una garantía para la continuidad de políticas sociales iniciadas hace cuatro años. Junto a ello, se mostró convencida de que los otros integrantes de este grupo emplazarán al PSN a no continuar con la exclusión a EH Bildu.

Vista la posición de ayer de Unai Hualde, que compareció ante los medios tras la reunión con el PSN, no parece que haya motivos para ser optimista al respecto. Le preguntaron varias veces sobre la cuestión y Hualde se limitó a responder que a Geroa Bai le preocupa que el PSN no pueda garantizar la estabilidad del Gobierno si lograra la eventual investidura.

Frente a ello, Alzórriz explicó que el objetivo del PSN es conformar un nuevo bloque de 23 parlamentarios, integrado por su propia formación, Geroa Bai, Podemos-Ahal Dugu e I-E. Fuera del mismo, se quedarían Navarra Suma y EH Bildu. Preguntado por cómo quieren lograr la investidura de María Chivite con solo el apoyo de 23 parlamentarios, Alzórriz recurrió a «la responsabilidad que otras fuerzas tanto nos reclaman».

Esparza, desde Madrid

Mientras tanto, Javier Esparza aprovechaba su encuentro ayer con el rey español, Felipe de Borbón, en Madrid para introducir un nuevo elemento en la compleja negociación de la formación del Gobierno navarro. Ofreció abstenerse en el Congreso en la investidura de Pedro Sánchez para que, a cambio, el PSN no obstaculizase la suya en Nafarroa. El objetivo sería evitar que el PSOE dependiera en Madrid de fuerzas abertzales o catalanas para mantener la estabilidad del Gobierno español.

Según la Casa Real, Esparza, que no es diputado en Madrid, acudió a la Zarzuela en representación de UPN. No aclaró si la oferta compromete también a los demás miembros de Navarra Suma, PP y Ciudadanos. Lo que sí parece es que, a no ser que Ferraz diga lo contrario, cayó en saco roto en el PSN. «No vamos a dar los votos, ni la abstención, a Navarra Suma para que gobierne esta comunidad», proclamó Alzórriz, que recordó que UPN votó en contra de la moción de censura que convirtió a Sánchez en presidente del Gobierno español y de los presupuestos que presentó y que, además, se manifestó contra el PSOE en Colón «de la mano del trifachito».

Alzórriz quiso también ser categórico cuando señaló que «no va a haber otro agostazo», en referencia al bloqueo por parte de Ferraz de acuerdos progresistas alcanzados en Nafarroa como ya ha ocurrido. «No se va a repetir esta situación», insistió Alzórriz, que una y otra vez quiso rechazar que pudiera reproducirse un escenario de enfrentamiento con la dirección federal.

Desde Geroa Bai no parece que lo tengan tan claro. Hualde señaló que lo primero que plantearon al PSN fue que la negociación que ayer comenzaron debe hacerse «en Navarra y para Navarra».

«La ciudadanía navarra en general tiene muchas dudas en vista de los antecedentes, por eso hemos planteado si verdaderamente hay una vocación del PSN con ese gobierno plural y alternativo a la derecha y se nos ha dicho que sí. Ahora veremos cómo evoluciona el proceso», señaló Hualde.

Caparroso sienta un mal precedente en los municipios

Carlos Alcuaz, del PSN, será el nuevo alcalde de Caparroso tras alcanzar un acuerdo con la candidatura derechista Caparroso Presente y Futuro (CPF) y romper las negociaciones con la candidatura popular Adelante Caparroso Aurrera (ACA).

CPF, liderada por Aquilino Jiménez, el alcalde de la pasada legislatura por el PP que se negó a retirar placas con nombres franquistas de las calles. Tras la formación de Navarra Suma, Jiménez fue marginado de la lista caparrosina y decidió presentarse con una candidatura nueva, logrando ser la más votada y tres concejales. Detrás, estuvieron el PSN con tres ediles, ACA con otros tres y Navarra Suma con dos.

El argumento utilizado para justificar el acuerdo entre CPF y el PSN, que dará la Alcaldía a la segunda candidatura más votada y no a la primera, es que servirá para «evitar un Gobierno nacionalista en Caparroso».

ACA señaló que este planteamiento «no tiene fundamento alguno», ya que esta candidatura «no es una agrupación nacionalista puesto que nuestro ámbito de actuación es estrictamente municipal, nuestro único objetivo es el de trabajar por y para Caparroso».

«ACA no está ligado a ningún partido de ámbito regional ni estatal. Somos totalmente independientes y las decisiones se toman exclusivamente entre los caparrosinos y caparrosinas que en la actualidad formamos la agrupación», añadió esta candidatura.

Parece ser que la postura de exclusión del PSN no afecta solo a EH Bildu en el ámbito municipal.M.D.