Alvaro Reizabal
Abogado
JOPUNTUA

¿Indultos o insultos?

Hay dos expresidentes del Gobierno español, ambos del PSOE, que cada vez se prodigan más en los medios de comunicación o en comparecencias publicas que luego se reflejan en la prensa, y que, supongo, serán suculentamente retribuidas. Me refiero a Felipe González y a Rodríguez Zapatero.

González acaba de intervenir en un acto en una fundación presidida por Vargas Llosa, con el formato de debate moderado por Bertín Osborne, al que presentaron como periodista (¡!). El objeto del evento no era otro que hacer propaganda contra las negociaciones en Noruega entre el Gobierno venezolano y la oposición. El exsocialista y actual señorito andaluz, cada vez más identificado con las tesis del sector más ultra de la oposición venezolana, dice que los derechos no se negocian, se exigen.

Por el contrario «Bambi», el del talante y el buen rollo aparece como promotor y defensor del dialogo que su colega condena, pero para mí que son las dos caras de una misma moneda. Su partido tiene una estrategia y ellos cumplen con el papel asignado a cada uno, pero persiguiendo un único objetivo. Poli malo, poli bueno.

Al bueno, Zapatero, le metieron ayer la alcachofa en la boca y le preguntaron si era partidario de aplicar indultos a los encausados por el procés, y contestó que sí, si los piden. Y esta frase aparentemente «buenista» tiene un significado muy preocupante. Por un lado quiere decir que va a haber condenas, pues sin ellas no puede haber indultos. Por otro, que las penas van a ser graves, superiores al tiempo pasado en prisión provisional, pues si no ya hubieran sido puestos en libertad, y el Tribunal Supremo acaba de denegar su solicitud. Además todo parece indicar que superiores a cuatro años. Téngase en cuenta que algunos llevan en prisión desde octubre de 2017, por lo que si son condenados a 4 años, al llegar a la mitad, 2 años, tendrían que ser excarcelados, y no parece que hayan organizado un juicio de cuatro meses de duración y de este calado para soltar a los acusados coincidiendo con la sentencia. Hasta el poli bueno anuncia estopa.