Ibai AZPARREN
IRUÑEA

Baztandarren Biltzarra, un día para crear comunidad y crecer en auzolan

Como cada año, Baztandarren Biltzarra acogió a miles de visitantes en Elizondo. Acudieron a la capital del valle para observar el espectáculo de las carrozas, símbolos de la tradición pero también de un auzolan que crea comunidad. Las más de mil personas apuntadas a la comida popular continuaron la fiesta hasta altas horas de la noche.

Baztandarren Biltzarra es el resultado de un trabajo de auzolan, de crear comunidad para poder regresar al pasado del valle mediante carrozas y grupos folclóricos que recorren las calles de Elizondo. Es la fiesta característica del valle de Baztan y una de las más peculiares de Euskal Herria. Desde el año 1964, se celebra el domingo anterior o posterior a las fiestas de Santiago de Elizondo. Carrozas espectaculares representan escenas de la vida cotidiana de sus quince pueblos [galería de imágenes y vídeo en NAIZ].

«En 1997 se hizo un parón. La fiesta se tenía que repensar y, ahora, con auzolan, está volviendo a coger fuerza», explica Pablo, vecino de Elizondo que añade que hacer y decorar las carrozas no es tarea fácil. «Nos juntamos y vamos haciéndolo poco a poco», remarca.

En esta edición, incluso los visitantes que acudieron una hora antes aparcaron a las afueras, ya que encontrar un sitio en Elizondo era una misión casi imposible, aunque minutos antes del desfile todavía hubiese valientes conductores que ocupaban las calles tocando la bocina.

Ya en el pavimiento, la intensa y feroz lucha por encontrar un hueco en la sombra amenizaba la espera de los espectadores que ya habían echado el ancla, en tanto que las primeras carrozas en desfilar ultimaban los detalles. Varios vecinos salieron a los balcones, repletos de ikurriñas, banderas de Nafarroa y, cómo no, la enseña ajedrezada de Baztan.

La cultura popular del valle también incluye la solidaridad, que se expresó ayer tanto con los presos políticos como con los 47 ciudadanos vascos procesados en el macrosumario 11/13.

A las 11.00 horas, comenzaban a desfilar los joaldunes de Ituren, los txistularis de Baztan y los dantzaris más pequeños, seguidos por los más mayores y guiados por la melodía de los gaiteros de Iruñea. Además, cabe remarcar la participación de los dantzaris de California, un total de 150 miembros de la diáspora vasca que cruzaron el Atlántico para estar ayer en Elizondo.

A partir de ahí, no hubo manera de que decreciese el ritmo. Carrozas de cada pueblo iban pasando una por una y realizaban su correspondiente representación para plasmar una anécdota, una tradición, un hecho histórico de cada pueblo... De este modo, se pudieron observar funciones con contenido histórico, como la de la carroza de Elizondo, donde varios vecinos, con indumentaria carlista y liberal, interpretaron la ocupación militar del valle por parte de estos últimos en el contexto de la Tercera Guerra Carlista. La de Berroeta, por su parte, denunciaba la muerte de Valeriano Intxauspe, fusilado en 1938 por su ideología de izquierdas.

Otras –como la de Ziga, ganadora los tres últimos años– eran mucho más ostentosas, incluso algo estrambóticas. Dos tractores y un camión pequeño, entrelazados, transitaron las calles reflejando una central para extraer caolín, mineral que empezó a extraerse en el pueblo en la década de los 60.

«El teatro ha cogido más peso y eso es bueno para el desfile, es más entretenido», explicaba Amaia, vecina de Amaiur. Su carroza desfiló en homenaje al 50 aniversario de la anexión de su pueblo al valle de Baztan, mientras varios vecinos gritaban «Independentzia» y «Amaiur no es Baztan».

Después del intenso desfile, más de mil personas estaban apuntadas a la comida popular, precalentamiento para una tarde y noche largas. El jurado anunció que la carroza de Ziga fue la vencedora, algo histórico ya que nadie había ganado tres años seguidos. Gartzain, que representó un castaño rememorando así las recogidas otoñales de sus frutos en la localidad, quedó en segundo lugar y Berroeta en tercero.