La pillería de Matteo Trentin tuvo su recompensa con la victoria de etapa, que no estuvo exenta de sufrimiento, como elpropio protagonista admitió al término de la jornada.

«Sufrí como un perro, pero valió la pena. Había viento de frente en la subida, pero subí bien. Siempre estuve disputando en este Tour pero sin resultados. Esta victoria lo compensa todo. Tenía buenas piernas pero nunca rematé. Hoy (por ayer) ha sido un ‘todo o nada’», señaló.

Trentin, campeón de Europa en ruta, llegó a meta con 36 segundos de ventaja sobre el danés Kasper Asgreen, quien no pudo alcanzar al italiano desde su arrancada a pie del puerto de La Sentinelle, cuya cima estaba a 8,5 kilómetros de meta.

«Tenía miedo de Asgreen, y con razón porque terminó segundo después de haber salido en mi búsqueda. Su táctica fue esperar y esperar, así que fui a por la etapa porque también es fuerte en las subidas y rápido en la llegada», explicó Trentin.

El líder del Tour, Julian Alaphilippe (Deceunick) se lo tomó con mucha calma y entró en la meta a más de 20 minutos del vencedor. «Ha sido una jornada relativamente tranquila, y nos hacía falta. La hemos afrontado en modo ahorro de energía, tratando de gastar lo menos posible. Ahora estoy listo para que me golpeen en los Alpes», señaló el ciclista del Deceuninck.

De hecho, es consciente de que la etapa de hoy es «más dura sobre el papel» y se mostró convencido de que el equipo Ineos, de Thomas y del colombiano Egan Bernal, «harán explotar el pelotón».

«Yo no tengo equipo para la montaña. Tengo compañeros sólidos pero no al nivel de mis rivales. Mis rivales saben lo que tienen que hacer y yo también», aseguró el corredor francés.

Landa espera dar batalla

También espera dar batalla Mikel Landa. El alavés no quiso desvelar la táctica de su equipo y señaló que necesitará a sus compañeros para poder lograr ese objetivo. «Solo no puedo hacer nada, necesito al equipo, están todos muy enchufados y daremos que hablar», afirmó.

Landa indicó que le gustaría que el ataque comenzara en el puerto del Izoard, penúltima dificultad montañosa de la jornada, previa al Galibier, cuya cima se encuentra a 19 kilómetros de meta. «Sería el escenario perfecto que se atacara en el Izoard. Algo intentaremos, aunque será complicado», dejó entrever el de Movistar, a 4:54 del líder.

El colombiano Egan Bernal es otro de los que aspira al podio de París. El joven corredor del Ineos se mostró listo para afrontar las etapas alpinas sin pensar que está a menos de 30 segundos de la tercera plaza para evitar la presión.

«Cuando hablo con alguien y me dicen que tengo opciones de ganar, me emociona. Estoy a menos de 30 segundos del podium, pero prefiero no pensarlo, trato de estar lo mejor que pueda y disfrutarlo», indicó el ciclista colombiano.

«Veremos cómo tenemos las piernas tras 18 días a tope. Algunos equipos van a imponer un ritmo fuerte y saltarán algunos de los favoritos de la general. Hay que estar concentrado y aprovechar las oportunidades», señaló con su cautela habitual.