Jon Agirre (Zumaia, 1997) es el primer corredor confirmado por el nuevo Kern Pharma continental que no ha pasado por el Lizarte amateur tras hacerse oficiales los ascensos de Roger Adriá, Kiko Galván, José Félix Parra y Martín Bouzas y la vuelta de Jaime Castrillo tras dos años en Movistar. Además, Enrique Sanz correrá en el equipo navarro los dos próximos años.

El escalador guipuzcoano quiere «aprender, ayudar a los compañeros y, si tengo oportunidades, aprovecharlas. Quiero consolidarme como ciclista, mejorar en cada terreno y espero estar muchos años en el equipo. Estoy contento y agradecido de que nos den esta oportunidad».

Ha firmado por un año, pero tanto él como el Kern Pharma quieren dar el salto a la categoría profesional continental en 2021: «Es un equipo con las ideas claras que tiene la intención de correr pronto una vuelta grande. Nos han dicho que el año siguiente quieren subir a continental profesional. No está confirmado, pero esperan conseguirlo y es su intención».

Además es un continental con buen presupuesto para tener un calendario amplio: «Tiene la intención de correr muchas carreras. No es un continental cualquiera. En el precalendario que nos enseñaron había 100 días de competición. Tienen un buen presupuesto, correremos en Italia y hay calendario suficiente».

Calendario en el extranjero

A Jon Agirre le beneficiará correr en el extranjero porque destaca en puertos más largos que los vascos. «Aquí son cortos y no puedes abrir mucha diferencia con gente que te gana al sprint». Así, aunque ganó en Ereño, ha destacado más con su cuarto puesto en la Volta a Portugal sub’23 de 2018 y este año con la selección española en Orlen, undécimo en la etapa reina y la general, en la Carrera de la Paz, 20º, y en el Tour del Porvenir, donde ganó la montaña, fue sexto y séptimo en dos etapas alpinas y 22º en la general final.

«He tenido la oportunidad de correr muchas carreras fuera y de aprender. Normalmente llegar a los últimos días es muy complicado, hay que recuperar bien las últimas etapas de montaña muy duras y pude conseguir algo muy bonito. A falta de dos etapas me dijeron que estaba a dos puntos del liderato de la montaña que no había disputado hasta ese día y el seleccionador me dijo que la disputara. Era difícil porque había mucha gente buena, pero salimos con esa idea y lo conseguimos».

Fruto de esa pelea disputó la penúltima etapa en Tignes con Attila Valter y llegó sexto: «Aguanté hasta los últimos cuatro kilómetros, pero llegué muy justo porque gasté mucho para lograr los puntos de la montaña, que era el objetivo. Nunca sabes, igual si no disputo tampoco habría aguantado. Estoy contento porque fue un maillot muy importante y me abrió puertas».

«Tenía decidido dejarlo si no pasaba»

El caso de Jon Agirre refleja lo poco que separa cumplir un sueño y pasar a correr con los profesionales o dejar la bicicleta porque si no llega a ser seleccionado para el Tour del Porvenir y no destaca como lo hizo no habría tenido la opción de pasar y lo habría dejado: «Juanjo Oroz habló con mi jefe de Baqué a finales de agosto tras el Tour del Porvenir y me llamó a principios de setiembre. Tenia la intención de dejar la bicicleta si no pasaba. Había mucha gente buena para pocos huecos y por eso estoy muy agradecido a Baqué, a Juanjo, a Manolo Azcona y al equipo Kern Pharma por la oportunidad. Cada vez hay menos».

Le apena que no pueda pasar con él Oier Ibarguren, su compañero en los cuatro años sub’23, pese a su gran temporada: «Habló el jefe de Baqué con los de Murias y le iban a coger y al desaparecer se queda sin nada y seguirá como amateur. Es una pena porque se lo merecía. Habría sido bonito que pasara conmigo, a ver si tiene suerte y volvemos a encontrarnos». J.I.