Maitane ALDANONDO
Bilbo

«NO TE LANZAS A HACER UNA IDEA, TE LANZAS A HACER ALGO»

Thomas Trincado encontró la inspiración de Berba en su experiencia como traductor. En respuesta a algunos aspectos molestos y carencias, creó una plataforma de traducción potenciada con inteligencia artificial que ofrece sus servicios de forma ininterrumpida.

Inteligencia artificial para un lenguaje natural. Aunque resulte paradójico, esa es una de las características diferenciadoras de la plataforma Berba, que ofrece traducción profesional en cuestión de horas. Su impulsor es Thomas Trincado un joven traductor sopeloztarra, cansado de ciertos aspectos mejorables de esa labor. La iniciativa echó a andar el pasado marzo y tiene su sede en la incubadora de Demium Startups en el edificio Bilbao Berrikuntza Faktoria. Hace unas semanas ganó el primer premio en el concurso Biscay Bay Startups Awards (BBSA).

Titulado en Traducción e Interpretación, la experiencia en el sector de Trincado es breve. Sin embargo, fue suficiente para encontrar una oportunidad de negocio en algunos elementos mejorables. Un día decidió cambiarlos y así surgió Berba. Con su idea fue a la incubadora de negocios Demium Startups, donde le ayudaron tanto a desarrollarla como a formar equipo para llevarla a cabo. Actualmente, son cinco socios de perfil diverso, pero que comparten motivación. Además, les han asesorado expertos en varios campos, ayudándoles a anticipar ciertos problemas y evitar cometerlos.

La empresa echó a andar en marzo y están validando el mercado, testando su servicio con un producto mínimo viable, para recibir feedback de los clientes y mejorar. «No te lanzas a hacer una idea, te lanzas a hacer algo. Empiezas con un brote y se va adaptando en el camino. Cómo se planteó hace nueve meses y lo que es ahora, es muy distinto. Estamos muy contentos, porque todos evolucionamos un poco con la idea», afirma.

Esta no es la primera experiencia emprendedora de Trincado. Estuvo viviendo en Japón y junto a un antiguo jefe que tuvo en Alemania creó Aizome bedding, un negocio de sábanas orgánicas teñidas con métodos tradicionales nipones. Lanzaron la iniciativa gracias a 130.000€ que obtuvieron a través de una campaña de crowdfunding, y hoy en día, exportan a Estados Unidos y el norte de Europa. Si bien ambos negocios no tienen nada que ver entre sí, el responsable admite que «la experiencia ha sido esencial. Sin ella no hubiéramos podido lanzar Berba».

A mediados de septiembre la iniciativa fue premiada en el concurso de startups BBSA. Trincado agradece el respaldo de gente con dilatada experiencia en ecosistemas empresariales a nivel internacional. «Te da muchísimas ganas de seguir adelante, de creer que lo que haces es bueno y está bien».

Servicio sin pausa

En Berba son las personas las que traducen, pero su trabajo está potenciado con inteligencia artificial. Da servicio las 24 horas del día todos los días, ya que los contenidos se reparten entre varios traductores que trabajan al mismo tiempo en distintas partes del mundo. La máquina se encarga de que parezca que solo hay un traductor, «consigue hacerla natural». Para ello, mira muestras de estilo, gramática, vocabulario, formato… e identifica problemas potenciales. A medida que el traductor realiza su trabajo, puede recibir la opinión del cliente con su visión sobre cosas concretas, no términos generales.

Tienen 77 traductores validados de una base de datos de más de 500. Son freelancers con especializaciones diversas, y están deslocalizados en 24 zonas horarias. Gracias a ellos Berba puede ofrecer el servicio de traducción de 72 combinaciones de idiomas. Cualquiera puede darse de alta como traductor, aunque no esté certificado, y trabajar si supera el proceso de validación.

Sus clientes son principalmente empresas en proceso de internacionalización, que «quieren generar alto volumen de contenido en poco tiempo, de manera rápida y con buen rendimiento de precio». Trincado matiza que la rapidez es posible gracias a las diversas ubicaciones de los traductores, pero que «prima la calidad»; y explica que realizan una auditoría interna para asegurar que «el texto es consistente y de buena calidad».

Han empezado a nivel local, con negocios vascos, pero su vocación es global. Planean crecer a la Unión Europea, y, una vez consolidados, internacionalizarse; ya que «hay gran competencia desde Estados Unidos». Están contentos con la respuesta del mercado, en especial, con la tasa de recurrencia. Han facturado 11.000€ y planean llegar a los 1.000€ mensuales para el próximo marzo.

De cara a los próximos 3-5 años, quieren expandir sus porfolio de servicios: APIs integradas con servicios de comunicación interna de empresas, interpretación virtual, localización para saber en qué punto está la traducción, doblaje de videojuegos o generación de voz virtual traducida. «Siempre aprovechando que los humanos son los mejores jueces de cómo debe sonar un idioma».