Iñaki IRIONDO
GASTEIZ
Interview
MIKEL LEGARDA
CABEZA DE LISTA DEL PNV AL CONGRESO POR ARABA

«En materia de transferencias hay que estar ahí para cuando el balón cae en el área, rematar»

Mikel Legarda lleva su vida profesional ligado a cuestiones relacionadas con el desarrollo estatutario dentro de la estructura autonómica como letrado o cargo público. En 2015 dio el salto al Congreso y es el experto del PNV en el grupo de autogobierno.

Las encuestas sonríen al PNV, pero Mikel Legarda, cabeza de lista por Araba al Congreso, prefiere recordar que «ahora mismo todos los que nos presentamos a las elecciones tenemos cero diputados, cero senadores y cero votos», aunque reconoce que «las encuentas que te pronostican un buen resultado, siempre animan, pero no hay que confiarse en ningún caso».

¿A quién culpa de esta repetición de las elecciones?

En primer lugar a Pedro Sánchez, por ese cuento de la lechera (o ya veremos, que algunas encuestas...) y en segundo lugar a la falta de pericia de Pablo Iglesias. Creo que han sido los dos protagonistas.

¿Y corremos ahora el peligro de que al volver a repartir las cartas la derecha acabe teniendo la posibilidad de gobernar?

El peligro como concepto y hasta que no veamos los resultados el día 10, siempre estará ahí. Evidentemente, esta repetición de elecciones la derecha no la ve como un problema sino como una oportunidad. Pero creo que todavía no se ha recuperado de la moción de censura.

¿Cuáles cree el PNV que son las intenciones de Pedro Sánchez? Han mencionado la posibilidad de que busque gobernar con la «abstención patriótica» del PP...

Primero vamos a ver qué resultados saca Pedro Sánchez en las elecciones. Si lo vinculamos a la pregunta anterior y gana la derecha, pues Sánchez no tendrá ninguna oportunidad. Vamos a ver los resultados. Pero no es un escenario descartable si se repite un resultado similar al conocido desde el 28 de abril, con un PSOE como mayoría minoritaria y dependiendo de Podemos, y con Pablo Iglesias exigiendo una coalición.

El PNV ha dicho que ese gobierno de Pedro Sánchez apoyado en el PP sería una traición a la moción de censura...

Estábamos hablando a nivel de hipótesis. Yo no iría más allá.

¿Cuál es el escenario que le gustaría al PNV?

Un escenario de estabilidad. Porque la inestabilidad en Madrid también nos desestabiliza, porque estamos en el mismo barco, lo mismo que si el barco europeo está desestabilizado desestabiliza a todos los estados y regiones, como se nos conoce en Europa.

Pero la estabilidad puede venir de un acuerdo del PSOE con el PP o con Unidas Podemos y no son lo mismo.

Nosotros inicialmente seguimos estando en la órbita de la mayoría que promocionó la moción de censura. Si se produjera una abstención del PP para que gobernara el PSOE, habrían pactado los elementos centrales de la legislatura y poco tendríamos que hacer, salvo oponernos.

En las elecciones de abril el PP se quedó sin representación en Araba y en la CAV. ¿Le gustaría que volviera a ocurrir?

Pues sí. Como respuesta general me gusta más hablar de lo nuestro, de que queremos ganar... Pero los mensajes del PP desde que ganó Pablo Casado –y cuento los mensajes, y no sus silencios– para nosotros no son muy halagüeños. Pero la ciudadanía alavesa es la que decidirá.

¿Qué le pareció la huida de Javier Maroto a Sotosalbos?

Es el típico comportamiento que, entre otros muchos, deteriora la imagen de los políticos ante la sociedad. Estás diciendo permanentemente que ‘yo soy el Capitán Trueno de la sociedad alavesa, de Gasteiz’, y después, acto seguido, haces eso. Me parece negativo, pero no por él, que cada uno haga lo que quiera, sino que desacreditan a la clase política.

En estas elecciones, todos los cabezas de lista de los partidos de ámbito estatal –PSOE, PP y UP– son de fuera de Araba. ¿No supone eso un cierto desprecio a la ciudadanía alavesa?

Cada partido decide presentar el candidato que considera y es la ciudadanía la que pondera. El PNV entiende que hay que tener un enraizamiento en el territorio en el que te presentas, para conectar con la sensibilidad y las emociones de la gente. Es algo que no se ve bien, se habla de «paracaidistas», de «cuneros». Ahora... es la ciudadanía la que decidirá.

¿Qué es la agenda vasca?

Son los intereses, las necesidades, las aspiraciones, los deseos que nosotros, el PNV, recoge de la sociedad con carácter trasversal. Nosotros decimos que la agenda vasca no es la agenda del PNV, sino lo que nosotros consideramos que demanda la sociedad en cada momento, desde el punto de vista de inversiones, de intereses, de defensa del autogobierno, de necesidades emocionales... Eso es la agenda vasca.

¿Y la política penitenciaria? ¿Se puede avanzar en ese tema?

Eso ha sido una competencia que nos pertenece como país y nunca ha habido justificación para no cumplir el Estatuto. Las instituciones del Estado siempre se han negado a transferirla. La hemos tenido siempre en el catálogo de transferencias. Es un elemento importante para la normalización del país.

En enero se pactó un calendario de 33 transferencias y solo se ha conseguido una. A este pasó nos vamos al 2100... ¿Cuál es la solución a esto?

El Estatuto lleva cuarenta años y yo no hablaría nunca mal del Estatuto. Creo que ha sido un instrumento fundamental para el autogobierno y lo sigue siendo. Otra cosa es que todo pueda mejorar en la vida y haya que aspirar a mejorarlo. Pero su historia es de incumplimientos. Los partidos nacionalistas siempre estamos en un tira y afloja con Madrid con el cumplimiento y muchas veces depende de la correlación de fuerzas. Cuando necesitan –y me da igual qué partido– compensar sus debilidades para gobernar ofrecen algo. Es un lento goteo, nunca ha habido un diluvio que lo colmate totalmente. Hay que aprovechar los intersticios del sistema y estar ahí para cuando el balón cae en el área, rematar.

Pero el problema es que ya ni siquiera se puede retener lo que se tiene. El ejemplo de las becas es demoledor: te recortan las de la CAV porque son superiores a las del Estado...

Hay un proceso de recentralización en el Estado español a través de distintos instrumentos. De una manera permanente, aunque con distintos ritmos, va recortando. En el PNV sostenemos que cuanto más fuerza tengamos en Madrid mejor podremos defender los intereses de Euskadi y también el cumplimiento íntegro del Estatuto, no solo en lo que falta sino en la preservación de lo que ya se tiene. En cualquier caso, no nos desanimamos. El pueblo vasco lleva miles de años aquí cuando sobre el papel nadie daría un duro por nosotros, no somos ni una cuarta parte del barrio más pequeño de París.

¿No se puede establecer algún sistema que garantice la bilateralidad? ¿Qué es eso del ‘Concierto Político’?

Nosotros, hoy en día, con el Estatuto, depende en qué materias, tenemos elementos con unas relaciones más o menos evocación o tintes confederales que llaman a una bilateralidad y a un pacto. Donde más lo tenemos es en el ámbito económico financiero, en las relaciones tributaria, en el Concierto Económico, que no es una relación confederal de libro, pero tiene ese aroma y un contenido de pacto. Otras materias están funcionando en régimen común. El Concierto Político como aspiración futura es ir tintando nuestras relaciones, con carácter general, en el mayor número de materias, a imagen y semejanza de cómo están tratadas en el Concierto Económico. Sin quedarnos ahí y con la pretensión de mejorar y perfeccionar más ese tipo de relación. Es un trasunto en el resto de materia a lo que tenemos en el ámbito económico y financiero.

El PNV no ha firmado la reciente Declaración de la Llotja de Mar. En las pasadas elecciones europeas concurrió sin algunos de sus socios tradicionales. ¿Se está quedando el PNV sin cómplices soberanistas en otras naciones sin estado?

Vamos a ver. Lo hemos dicho ya distintos representantes del partido en distintos lugares. El PNV es un partido que va a cumplir 125 años y que tiene digamos sus estrategias. Estrategias que a veces son equivocadas, como las de todos los humanos, y otras veces, yo creo que de forma mayoritaria, se acierta, simplemente por esa historia de 125 años. El PNV se centra con la sociedad vasca principalmente. Que haya realidades que se consideran, digamos, cercanas, porque tienen unos patrones que te puedes identificar con ellos... Pero yo siempre digo que Euskadi no es Catalunya y la sociedad vasca no es la sociedad catalana. Entonces, el PNV en esta ocasión con la declaración esta de Barcelona ha dicho que no considera que era el momento, por ser electoral, y entendía que no era una propuesta propositiva, que era sobre todo reactiva. En este momento y así, no. No significa ninguna otra cosa. No nos cerramos a nada y así lo dijo también JxCat.