Beñat ZALDUA
ELECCIONES ESTATALES

LAS ELECCIONES ESTATALES MÁS CATALANAS

DESDE PRIMERA HORA DE LA MAñANA, CON SÁNCHEZ INTENTANDO EJERCER DE COMANDANTE EN JEFE, HASTA LA NOCHE, CON VARIAS ESCARAMUZAS ENTRE CDRS Y MOSSOS, CATALUNYA DOMINÓ LA JORNADA DE REFLEXIÓN, IGUAL QUE HA DOMINADO LA CAMPAñA. UNA REALIDAD QUE HOY VEREMOS A QUIÉN ACABA BENEFICIANDO.

No podía ser de otra manera. Igual que la campaña, la llamada jornada de reflexión estuvo ayer dominada por Catalunya de principio a fin. Así lo eligieron aquellos a los que les pareció una buena idea una repetición electoral tras la sentencia que condenó a un siglo de cárcel a nueve dirigentes independentistas. Hoy veremos a quién acaba beneficiando la arriesgada decisión. El PSOE puede acabar ganando la investidura tras perder algunos diputados, pagando el precio de poner en bandeja el despegue de Vox y facilitando, de rebote, el ascenso de las fuerzas soberanistas en Catalunya y Euskal Herria. Curiosos triunfos.

De momento, ayer, el candidato del PSOE y presidente en funciones, Pedro Sánchez, siguió haciendo campaña desde «el complejo de La Moncloa», que ayer dejó de ser palacio, por lo visto. Sánchez reunió allí al «Comité de seguimiento de la situación en Cataluña» desde primera hora de la mañana, cuando centenares de catalanes se desperezaban para coger la cesta y buscar setas, meterse entre pecho y espalda un buen esmorzar de forquilla i ganivet o acudir a la feria de caballos de Puigcerdà.

Porque la mañana de ayer era la mañana de un sábado cualquiera en Catalunya. A excepción de El Pertús, donde Pícnic per la República cortó durante algunas horas la carretera en la frontera entre los Estados español y francés, establecida un 7 de noviembre de 1654 en virtud del Tratado de los Pirineos, que pone fecha a la Diada de la Catalunya Nord, que se conmemoró ayer en Perpinyà –se celebra el fin de semana siguiente al mentado 7 de noviembre–.

Y es que había mucho que conmemorar ayer. El unionismo abrazó el 30 aniversario de la caída del muro de Berlín con el objetivo de arremeter, según dicta el manual, contra el separatismo por querer levantar una nueva frontera. Ya. Omiten así que desde 1990 los países europeos han construido cerca de 1.000 kilómetros de muros, y que sus representantes, que tanto aseguran repeler las fronteras, tienen una responsabilidad directa en la gestión de la Frontera Sur europea, en la que en los últimos cinco años han muerto cerca de 20.000 personas. Se dice pronto.

Ignoran también que, si la memoria no falla, fue el entonces diputado de la CUP Quim Arrufat el que propuso, hace cinco años, celebrar la consulta el 9N, recordando que es una fecha señalada en el calendario europeo. Fue un acierto; tanto la fecha como la consulta. Aquel fue el primer ejercicio masivo de desobediencia civil del proceso soberanista catalán, un ensayo general sin el que difícilmente se hubiera llegado, tres años después, al 1-O.

El Tsunami a prueba

Ensayo general es como llamó ayer el Tsunami Democràtic a los más de 300 actos convocados en toda Catalunya, de los que el de El Pertús solo fue el primero. El acto central estaba llamado en la plaza Universitat de Barcelona, donde las actuaciones musicales, los discursos políticos y las intervenciones poéticas arrancaron a las 16.00 ante poco más de medio millar de personas, un recordatorio de lo complicado que es sostener una movilización permanente.

La afluencia fue creciendo a lo largo de la tarde hasta alcanzar varios miles de personas, lo que queda lejos, en cualquier caso, de las cifras a las que nos tiene acostumbrado el independentismo –cabe recordar, en cualquier caso, que había otros 300 actos en toda Catalunya, incluida una numerosa manifestación en Perpinyà–.

Tsunami llamó «ensayo general» a lo de ayer porque a partir de mañana tiene prevista celebrar «la acción más ambiciosa propuesta hasta ahora». Durará de lunes a miércoles y ha llamado a la ciudadanía a tener preparado el coche, los alimentos, el saco de dormir y la tienda de campaña. Ayer Tsunami aseguró haber recibido más de 1.000 ataques contra su aplicación, resistidos «gracias al apoyo internacional y al conocimiento». «Han gastado muchos recursos para atacarnos», apuntó, añadiendo que el test de ayer «servirá para el lunes (por mañana) y para todo lo que vendrá».

A última hora de la tarde, una marcha menos numerosa convocada por los CDR trató de acceder a la plaza Urquinaona, tomada por los Mossos y la Policía española. Pese a alguna breve escaramuza, no se acabó viendo la imagen que, en sentido inverso, la propia Junta Electoral Central (JEC) –que durante la campaña ha prohibido todo lo que ha podido prohibir– trató de evitar ayer, al negarse a vetar los actos del Tsunami. De este modo, el soberanismo catalán ya ha conseguido, como mínimo, cargarse de facto la jornada de reflexión. Por algo se empieza.