No es la primera vez y confiemos en que no sea la última. Raúl García se enfrentará por duodécima ocasión al club que le crió como futbolista y persona, y para el que siempre tiene flores y cariño. «Las alegrías que tenga Osasuna también son las mías», se ha sincerado a escasos días del derbi de El Sadar. «Antes de que suba, ya estoy queriendo que suba. Es un equipo de mi tierra y he estado muchísimos años allí», amplió.

Tantos, como que aterrizó en Tajonar procedente del Ardoi a la edad de 10 años y debutó con 18 en el Camp Nou, de la mano de Javier Aguirre, quien tuvo la habilidad de descubrir su talento. Posteriormente, acumularía hasta 199 partidos defendiendo la elástica rojilla –en dos etapas diferentes– y anotando 21 goles. Unos números que coincidieron con la historia más brillante de Osasuna, que en tres campañas jugó una final copera, se clasificó para la previa de la Champions y llegó a las semifinales de la antigua Copa de la UEFA.

No es extraña, pues, su íntima ligazón con Osasuna, lo que no está reñido con su profesionalidad. De hecho, aseguró que sus intenciones son que el Athletic gane el domingo y anunció que, si marca, lo festejará. «Celebrar un gol es un poco anecdótico, pero también un signo de respeto. El club y la gente me aportan cosas positivas e intento ser agradecido», justificó al respecto de la entidad rojiblanca.

Avalan sus deseos el hecho de que casi siempre ha salido bien parado de los enfrentamientos con los rojillos. De las once ocasiones anteriores en las que se ha medido a ellos, solo en tres ha perdido y todas ellas fueron durante su etapa como colchonero. Ahora, lo que más le preocupa es la excelente racha casera que acumulan los anfitriones, sumado a que el Athletic no conoce todavía esta temporada lo que es ganar como visitante.

«Va a ser complicado porque Osasuna sabe a lo que juega. Es un equipo con la intensidad muy alta, que no suele fallar en lo que hace porque lo tiene muy claro. Las cosas no son por casualidad, pues llevan mucho tiempo trabajando de la misma manera y tienen la confianza de ver que los resultados están llegando», valoró sobre su rival.

Un estímulo añadido

En todo caso, Raúl García ve la inexpugnabilidad de El Sadar como un estímulo añadido para un Athletic que quiere «dar ese pasito de conseguir cosas importantes fuera». «¡Qué mejor sitio que en un campo complicado como el de Pamplona! Debemos ser nosotros mismos y dar el potencial que tenemos porque, si estamos al cien por cien, todo se iguala y podemos ganar», alentó.

Respecto a la importante baja de Muniain, el de Zizur Nagusia quiso restarle trascendencia, al asegurar que «las lesiones nunca son buenas, ni llegan en buen momento, pero al que le toque jugar es el que tiene que rendir». «La confianza es plena en el grupo, aunque deseo que Iker, como todos los lesionados que hemos tenido, se recupere pronto», apuntó.

A diferencia del txantreano, Yuri Berchiche y Óscar de Marcos se ejercitaron ayer con el resto de la plantilla, de ahí que partan como disponibles para el derbi. El primero sufrió un nuevo percance el miércoles en el hombro derecho, donde tuvo una luxación hace varias semanas, y el segundo llevaba sin trabajar con el grupo durante toda la presente semana.

Adrián-Ávila, en ataque; Darko y Mérida, pivotes

Aunque siempre resulta harto complicado adivinar el once que vaya a poner en liza Jagoba Arrasate, en la sesión matinal de ayer se vislumbraron sendas parejas de baile que muy bien podrían ser titulares ante el Athletic. Así, Adrián y Ávila, ambos ausencias en el último compromiso liguero ante el Getafe, formaron la pareja de ataque en uno de los partidillos, mientras que Darko y Mérida hicieron lo propio, aunque en la posición de doble pivote.

El entrenamiento, además, sirvió para comprobar que tanto Nacho Vidal como Rober Ibáñez siguen aumentando su carga de trabajo, aunque con pocas posibilidades de que estén disponibles para el domingo, a la vista de que todavía no han realizado ningún entrenamiento completo con el resto de sus compañeros.

La plantilla osasunista realizó ejercicios de activación, técnica, acciones de ataque-defensa y partidillos, con la principal novedad de la presencia de los filiales Iñaki Álvarez y Gorka Jiménez. N.M.