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HACIA LA INDEPENDENCIA

Escocia redobla su pulso a Londres al solicitar un segundo referéndum

El Gobierno de Londres ha rechazado la petición formal del Ejecutivo escocés de celebrar un segundo referéndum de independencia. Boris Johnson argumenta que la propia Nicola Sturgeon dijo que la consulta de 2014 era «un hecho único durante una generación», a lo que la líder escocesa ha replicado que la situación ha cambiado con el Brexit.

El Gobierno de Escocia redobló ayer si pulso al Ejecutivo británico al presentar la propuesta formal para que acceda a negociar un segundo referéndum de independencia de Gran Bretaña, que Edimburgo quiere convocar a finales de 2020. El primer ministro británico, Boris Johnson, rechazó de plano esa posibilidad, lo que eleva la tensión entre Londres y Edimburgo.

En una comparecencia en Bute House, su residencia oficial en Edimburgo, Nicola Sturgeon, presentó el documento remitido a Downing Street, en que se detalla la propuesta para convocar un segundo referéndum a finales de 2020, con el argumento de que las elecciones generales del 12 de diciembre otorgan a su Ejecutivo un «mandato democrático».

«Escocia dejó muy claro la semana pasada que no quiere que un Gobierno conservador dirigido por Boris Johnson nos saque de la Unión Europea», afirmó Sturgeon, quien precisó que este será el resultado, dada la mayoría absoluta lograda por los conservadores, si no existe «la oportunidad de considerar la alternativa de independencia».

La líder del Partido Nacionalista Escocés (SNP) declaró que «pedimos al Gobierno del Reino Unido que negocie y acuerde la transferencia de poderes que pondría fuera de toda duda el derecho del Parlamento escocés a legislar para un referéndum sobre la independencia», y precisó que el Brexit ha cambiado las circunstancias en que se votó en 2014. Entonces el 55% rechazó la secesión, pero en 2016 un 62% de los escoceses optó por permanecer en la Unión Europea (UE) y eso para el SNP supone un cambio de escenario que justifica otra consulta.

La respuesta negativa de Londres no tardó en llegar y no anduvo desencaminada ministra principal escocesa ya que el argumento utilizado por Johnson para justificar su negativa a negociar una nueva cita con las urnas es que «creo que fue la propia Nicola Sturgeon quien dijo que el referéndum en 2014 era un hecho único durante una generación».

Sin embargo la líder del SNP insistió en que el Brexit ha cambiado la situación, y ante la negativa londinense destacó que considerará todas las opciones que están a su alcance.

Johnson respondió a la petición escocesa señalando que Johnson trabajará para «fortalecer la unidad de las naciones que forman Reino Unido» y no permitirá que «se rompa» lo que calificó de «sagrada herencia». A su juicio, el SNP debería centrarse «en sus prioridades» a nivel regional, en lugar de «tratar de romper» el país.

Sturgeon señaló que Johnson deberá «explicar por qué cree que es aceptable ignorar unas elecciones tras otras en Escocia y anular un mandato democrático más fuerte que el que él (Boris Johnson) reclama para su acuerdo del Brexit».

Ayer, los partidos representados en el Parlamento de Holyrood aprovecharon la votación del proyecto de ley de referéndums, que busca establecer un marco sobre cómo se llevarán a cabo las futuras votaciones en Escocia, para marcar sus posiciones. SNP y Verdes votaron a favor, mientras que conservadores, laboristas y liberal- demócratas se opusieron a la ley, con la excepción de dos parlamentarios laboristas que se abstuvieron.

 

La prioridad de Johnson, el Brexit

El Gobierno británico se ha marcado la consecución del Brexit el 31 de enero de 2020 como «prioridad» de la nueva etapa legislativa, en un discurso leído por Isabel II, que el premier, Boris Johnson, definió como «el más radical» de la historia reciente en Reino Unido.

«La prioridad de mi Gobierno es lograr la salida de Reino Unido de la UE el 31 de enero. Mis ministros presentarán una ley para garantizar la salida de Reino Unido en esa fecha y lograr las máximas oportunidades para la ciudadanía», inició la monarca en el habitual discurso con el que esboza la hoja de ruta de una Administración para el próximo periodo legislativo, en el que el Partido Conservador gozará de mayoría absoluta en la Cámara de los Comunes, donde prevé votar –y aprobar– hoy la ley del Acuerdo de Retirada.

Londres aspira a una relación «basada en un acuerdo de libre comercio que beneficie a todo Reino Unido» y comenzará negociaciones con otras grandes economías mundiales, entre las que destaca EEUU.GARA