No dirán que es no es un gran quinteto, verdad? Tim Hardaway, Shaquille O’Neal, Chris Bosh, Alonzo Mourning, y ahora Dwyane Wade. Quizá un Jimmy Butler para el puesto de alero alto o, quién sabe, quizá el mismísimo LeBron James cuando se retire, o un Goran Dragic para ejercer de base suplente. Lo cierto es que Dwyane Wade ha vivido esta semana la ceremonia de retirada de su camiseta, un número 3 de quien fue apodado Flash por su extrema explosividad y velocidad, pende del American Airline Arena de Miami, allá en el que el escolta nacido en Chicago, pero que halló el firmamento en los Heat.

«El 22 de febrero de 2020 es el día de Dwayne Wade», declaraba el alcalde de Miami Francis Suárez, en medio de una larga ristra de homenajes a quien fuera escolta fundamental de la franquicia, y tendió el simbólico regalo de las llaves de la ciudad, quizá sin saber que Wade ya abrió esas puertas hace demasiados años.

Sabido es que la NBA transita por unas veredas distintas a las que Wade cultivó. Nunca fue un triplista consumado y basó buena parte de su éxito en una explosividad y elasticidad inauditas, en una época en la que LeBron James debutaba y la pelea por quién era el mejor imitador de Michael Jordan, con unos espectaculares Kobe Bryant, Tracy McGrady, Vince Carter o Paul Pierce en danza –por no hablar de Alen Iverson y demás–.

Remomorar el draft de 2003 es como abrir la cueva de Ali Baba. LeBron James fue el número uno, «El Elegido», como lo venía tildando Sports Ilustrated ya cuando LeBron jugaba en el instituto. Carmelo Anthony en tercer lugar, Chris Bosh en el cuarto, y Dwyane Wade en el quinto. Muy poco se sabía entonces de que, en un futuro no tan lejano, casi todos ellos iban a unir fuerzas en el Redeem Team que conquistara el oro olímpico de Beijing 2008 –luego de una final irreal ante una España que dignificó la plata con aquel 108-118 definitivo– y que aquello deviniera en el germen de aquel The Decision, programa televisivo en el que LeBron James abandonaba los Cleveland Cavaliers por Miami, para formar un particular Big Three con Chris Bosh y Dwayne Wade.

Icono rodeado de Iconos

Wade ha conseguido sobrevivir a los egos monstruosos de Shaquille O’Neal y LeBron James. Solo con eso ya bastaría, aunque el MVP en las Finales de 2006, en el que los Miami Heat remontaron un 2-0 para ganar ante los Dallas Mavericks por 2-4 convertía a Flash en icono de por vida, ya que lideraba el primer anillo de la franquicia.

Luego llegarían los logrados en 2012 y 2013, con el agreagado Ray Allen para plantar el Big Four ganador. Pero no era lo mismo. De hecho, los Mavs se «vengarían» en 2011, una serie en la que LeBron James sería el principal señalado, un LeBron que, confesaría, en vano buscó al Dwyane Wade de 2006 para abordar a la franquicia texana. Otra franquicia texana, los San Antonio Spurs, acabarían con aquel Big Four en 2014, revancha del triunfo de los de Florida en 2013, cuando los Spurs acariciaban el anillo.

La rodilla empezaba a lastrar a Wade, que acabaría sus días de jugador en un viaje de ida y vuelta entre Chicago, Cleveland y Miami, para que, con las llaves de la ciudad en la mano y el número 3 colgando, se despidiera de su equipo y entrara al fin en su leyenda.

La euroliga «condena la agresión» a tres árbitros en atenas

La Euroliga calificaba de «criminal y cobarde» el ataque sufrido por los árbitros –Lamonica, Javor y Mogulkoc– del Panathinaikos-Barcelona, a la salida del pabellón el pasado viernes, y avisaba a Grecia de que si se repiten hechos similares no se jugarán partidos en ese país.

«Dos personas los atacaron al romper una ventana del taxi que los transportaba del OAKA a su hotel. Los árbitros, el coordinador y el taxista están bien. La policía garantizó la seguridad de los árbitros hasta que salieron de Grecia», explicaba la nota.

«Si se identifica a las dos personas, se les prohibirá de por vida asistir a los partidos de Euroliga», añadía la entidad, y advertía que «si ocurriera un incidente similar en Grecia, significaría que no puede garantizar un entorno seguro y, por tanto, se evaluaría reubicar los partidos de su organización fuera del país». A.G.