Los organizadores de la 78ª edición de la París-Niza, que comienza hoy, seguirán las estrictas normas impuestas por las autoridades sanitarias en relación con el virus Covid-19.

Entre otras medidas, no habrá entrevistas a los corredores en la salida; les pedirán que permanezcan en sus autobuses el mayor tiempo posible; al final de cada etapa no habrá conferencia de prensa, ni habrá contacto entre los ciclistas y personajes públicos en la línea de meta; han cambiado el alojamiento de los equipos para asegurarse de que no más de dos se hospeden en el mismo hotel simultáneamente; y también han pedido a los ciclistas que no arrojen a la carretera los bidones de agua y que eviten los apretones de manos.

Además, estará lista una ambulancia especial dedicada a posibles casos de coronavirus.

En estas circunstancias, 136 corredores –solo hay un vasco, Pello Bilbao, del Bahrain– de 17 equipos estarán en la salida de la París-Niza en Plaisir, en las afueras de París. En ausencia del actual campeón, el colombiano Egan Bernal, sólo un exganador de la París-Niza estará en la salida: el australiano Richie Porte, vencedor en 2013 y 2015. Se une a Vincenzo Nibali, que no participa desde 2014, y a Peter Sagan, que no lo hace desde 2011.