El Consejo de Ministros del Gobierno español se reunirá hoy de manera extraordinaria para aprobar un real decreto ley que impondrá durante quince días –el plazo máximo, aunque se puede prorrogar– el estado de alarma, con el fin de permitir al Ejecutivo la adopción de medidas «excepcionales» para hacer frente a la «emergencia sanitaria» causada por el avance del coronavirus. Así lo anunció ayer Pedro Sánchez, quien indicó que las medidas que se adopten al amparo de este mecanismo estarán «orientadas a movilizar todos los recursos del conjunto del Estado», tanto «económicos como sanitarios, públicos y privados, civiles y militares», al objeto de «proteger mejor la salud de todos los ciudadanos».

Con esta declaración se abre la puerta a implementar medidas inéditas en las últimas cuatro décadas, pues aunque no es la primera vez que se instaura el estado de alarma, la anterior ocasión fue con motivo de la huelga de controladores aéreos de hace diez años, bajo el argumento de que afectaba a un servicio esencial, con un alcance mucho más limitado y concreto.

En esta ocasión, por contra, se aplica de forma generalizada en el conjunto del Estado, y «con la máxima contundencia», según expuso el presidente español.

¿Qué implica esta medida?

Es evidente que oír hablar de estado de alarma causa alarma, y probablemente la pregunta más repetida ayer era qué implica esta medida. En concreto, se trata de un mecanismo previsto por el artículo 116 de la Constitución y regulado por la Ley Orgánica 4/1981 para permitir que el Gobierno español pueda asumir competencias que pertenecen a otras autoridades de manera temporal y bajo supervisión de las Cortes Generales. Es menos invasivo que los estados de excepción y sitio, pero contempla algunas medidas contundentes.

La mayoría se explican en el artículo 11 de esa Ley Orgánica, y son las siguientes: «Limitar la circulación o permanencia de personas o vehículos en horas y lugares determinados, o condicionarlas al cumplimiento de ciertos requisitos»; «practicar requisas temporales de todo tipo de bienes e imponer prestaciones personales obligatorias»; «intervenir y ocupar transitoriamente industrias, fábricas, talleres, explotaciones o locales de cualquier naturaleza, con excepción de domicilios privados»; «limitar o racionar el uso de servicios o el consumo de artículos de primera necesidad», e «impartir las órdenes necesarias para asegurar el abastecimiento de los mercados y el funcionamiento de los servicios de los centros de producción». Son medidas que, indica el artículo 12, pueden complementarse con otras que se citan en normas más específicas para luchar, en este caso concreto, «contra las enfermedades infecciosas».

Urkullu declara la emergencia

El anuncio de Sánchez llegó apenas unas horas después de que Iñigo Urkullu compareciera, por streaming, para explicar que Lakua había aprobado la Declaración de Emergencia Sanitaria y, en consecuencia, activado en la CAV el Plan de Protección Civil.

Con la aprobación de este decreto lo que hace el Ejecutivo es «poner las condiciones» para que se puedan tomar medidas de excepción recogidas en la Ley de Gestión de Emergencias.

En su artículo 8, esta ley señala que «la autoridad competente en materia de protección civil podrá dictar órdenes e instrucciones que afecten a derechos de la ciudadanía en los términos establecidos por las leyes, así como adoptar medidas de obligado cumplimiento para sus destinatarios y destinatarias».

A continuación, enumera algunas de las medidas que puede aplicar en virtud de esa norma: «confinamiento de personas en sus domicilios o en lugares seguros»; «evacuación o alejamiento de las personas de los lugares de peligro»; «restricción de acceso a zonas de peligro o a zonas de operación»; «limitación o condicionamiento del uso de servicios públicos y privados o el consumo de bienes», y «limitación o prohibición de actividades en lugares determinados y obligación de adoptar precauciones, prevenciones o comportamientos concretos». Pero Urkullu no concretó más medidas que las ya existentes.

 

Hosteleros y comerciantes de Gasteiz toman la iniciativa

Los bares de la Kutxi, una de las calles con más ambiente de Gasteiz, decidieron ayer cerrar a partir de las 17.00 horas hasta el lunes, cuando volverán a reunirse para decidir qué hacer. No se lo ha exigido nadie, pero han adoptado esta medida por «responsabilidad social». Lo mismo hicieron otros locales hosteleros y comercios, tomando la iniciativa ante unas autoridades expectantes.

Por otra parte, el Comité de Empresa de Mercedes Benz reclamó ayer que se paralice la producción de la planta, donde trabajan unas cinco mil personas, para garantizar la salud de la plantilla y evitar contagios. El comité también denunció que los casos de cuarentena y de trabajadores de baja «suben cada día». La dirección de la planta, sin embargo, ha propuesto un Expediente de Regulación Temporal de Empleo (ERTE).GARA

 

Torra da «un paso adelante» y pide el confinamiento de Catalunya

El president de la Generalitat, Quim Torra, pidió el confinamiento de Catalunya porque «creemos que nos tenemos que anticipar a una evolución demasiado rápida de la enfermedad en nuestro país», que ayer contabilizaba 509 afectados por el coronavirus, tras los 190 nuevos positivos. 58 son profesionales sanitarios. Se han registrado seis fallecimientos.

«La evolución de los contagios nos exige ser más drásticos», subrayó Torra en una comparecencia telemática a las 20.30 desde el Palau de la Generalitat.

El president de la Generalitat explicó que la medida busca frenar la propagación del Covid-19 y evitar que «colapse el sistema sanitario». Hasta el anuncio de ayer la medida se aplicaba ya sobre 70.000 personas de cuatro municipios, ahora afectará a 7,5 millones.

«Se trata de restringir las entradas y salidas de todo el país. Creemos que hace falta dar un paso adelante (...) Estamos preparados para hacerlo, tenemos capacidad para hacer efectivo el confinamiento», manifestó Torra. «Lo podemos hacer; lo debemos hacer», apostilló.

Para asegurar que nadie entra ni sale de Catalunya, instó a Pedro Sánchez a facilitar el confinamiento y le demandó colaboración para controlar el movimiento en las infraestructuras dependientes del Estado, como puertos, aeropuertos y vías ferroviarias. Durante la comparecencia, indicó que aún no había recibido respuesta desde Moncloa a esa solicitud.

Pidió un «esfuerzo» a la ciudadanía catalana para evitar cualquier desplazamiento que no sea imprescindible. «Pido a todos los ciudadanos, jóvenes, mayores, pequeños y viejos, que eviten hacer ningún viaje ni ninguna actividad que no sea absolutamente imprescindible. Es un esfuerzo que nos ayudará a luchar contra la pandemia», explicó durante su comparencia de urgencia antes de señalar que es el momento de evitar contactos innecesarios y de quedarse en casa.

«Tenemos que ser solidarios con nuestros vecinos, nuestras familias, nuestros amigos y todos nosotros», remarcó el president de la Generalitat.

Torra agradeció «el esfuerzo y comprensión» de todos los catalanes, especialmente a los municipios confinados desde primeras horas de ayer: Igualada, Òdena, Santa Margarida de Montbui y Vilanova del Camí (Barcelona).

«Este país, frente a retos excepcionales, actúa siempre de forma excepcional», destacó durante la comparencia telemática desde el Palau de la Generalitat.

El anuncio de la Generalitat llegó al término de una jornada en la que Sánchez anunció la declaración del estado de alarma. medida excepcional que formalizará hoy el Consejo de Ministros, que aprobará nuevas medidas.GARA