Un fiel perro japonés de raza akita

Por una vez se puede hablar de un estupendo remake anglosajón de la película original japonesa “Hachikô monogatari” (1987), escrita por Kaneto Shindô a partir de la historia real de este perro de raza akita que, en los años 20 del pasado siglo, protagonizó una anécdota extraordinaria en la estación de Shibuya (Tokio), donde existe una estatua de bronce en su memoria. Desde que el profesor que cuidaba de la mascota murió, el animal siguió nueve años esperando su llegada en el tren cada día sin moverse del sitio.
El argumento es puesto en escena y actualizado con éxito por el veterano cineasta sueco Lasse Hallström, que se apoya por entero en la buena química que se establece entre el can protagonista y el actor budista Richard Gere, dentro de un tono general muy respetuoso con la idiosincrasia nipona de Hachiko.
La historia recuerda en su filosofía oriental a las películas de Zhang Yimou, en las que ha descrito el tesón humano de quienes no se rinden, aquí aplicable por igual a un perro.

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