Ganadora del Premio Femina y el Prix del Prix 2012, esta divertida y empática novela se sitúa en las primeras décadas de un convulso siglo XX y narra las hazañas del bacteriólogo y aventurero Alexandre Yersin, inventor de la vacuna contra la peste. El relato transcurre al ritmo del avión desde el que Yersin, durante su último viaje desde Francia a Saigón, en 1940, rememora una vida consagrada al desarrollo del conocimiento humano.

En 1887, mientras Francia prepara los festejos del centenario de la Revolución Francesa, Louis Pasteur funda una escuela de Biología y descubre la vacuna contra la rabia. Con veintidós años, Alexandre Yersin llega a París y se enrola en la aventura pasteuriana. Investiga sobre la tuberculosis y la difteria, y todo le encamina a convertirse en uno de los sucesores privilegiados de Pasteur.

Pero a Yersin le mueve un espíritu aventurero, como el de su admirado Livingstone, héroe de su infancia y adolescencia. Se enrola como médico en un barco, se hace a la mar e inicia sus travesías por Extremo Oriente, explora la jungla, y viaja a China, Adén y Madagascar. Y durante la gran epidemia de Hong Kong, en 1894, descubre el bacilo de la peste. Estas son solo algunas de las hazañas que se narran en esta apasionante epopeya científica y humana de tintes conradianos, en la que Deville se sumerge en la «banda de los pasteurianos».

Alexandre Yersin nació en Suiza en 1863 y murió en su casa de Vietnam en 1943, durante la Segunda Guerra Mundial. Varias calles del país asiático todavía llevan su nombre.