La gran metrópoli es inhóspita y cruel

Cuando John Schlesinger aterrizó en Hollywood con “Midnight Cowboy” (1969) venía de alcanzar un gran suceso internacional con “Lejos del mundanal ruido” (1967), pero más allá de esa adaptación de la novela de época de Thomas Hardy, lo que traía consigo era la revolución estética e ideológica del free cinema británico del que fue parte esencial. De este modo se unía a una serie de cineastas contestatarios dispuestos a contar la realidad social estadounidense, motivo por el que su película recibió de la censura la calificación “X”.
A pesar de ello ganó tres Óscar, incluidos los de Mejor Película y Mejor Director, y seis BAFTA. John Voight se llevó por su parte un Globo de Oro como Actor Revelación. Pero lo que el público más recuerda es la banda sonora de John Barry y la canción de Harry Nilsson “Everybody’s Talkin”.
Reconocimientos a un lado, la caracterización que Dustin Hoffman hace de perdedor italoamericano, cojeando y tosiendo a la vez, me parece la mejor de su larga carrera.

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