Agustín GOIKOETXEA
BILBO

Un trabajador pierde la vida en Talleres Berasategui de Arrigorriaga

Un trabajador de Talleres Berasategui, en Arrigorriaga, se convirtió ayer en la última víctima mortal en accidente laboral en Hego Euskal Herria, donde se han registrado ya al menos 24 fallecidos en 2020. Este vecino de Laudio se había reincorporado el martes a la actividad tras la parada decretada para frenar la extensión del Covid-19. El sindicato LAB denunció que la empresa no había presentado todavía el preceptivo protocolo de prevención del coronavirus.

Cinco minutos de silencio seguidos por diez de ruido de cacerolas denunciaron ayer tarde en Aiaraldea la muerte de un laudiotarra, de 57 años y vecino del barrio de Ugarte, que perdió la vida a primera hora de la mañana en un accidente laboral no traumático en Talleres Berasategui, firma ubicada en el polígono Txako de Arrigorriaga. Fue la primera protesta, a la que sucederá, a mediodía de hoy, una concentración de la mayoría sindical vasca ante la sede de la compañía, cuya plantilla realizará hoy un paro de 24 horas.

El accidente tuvo lugar en torno a las 07.00, cuando el trabajador cayó desde una escalera a cuatro metros de altura. Sus compañeros dieron aviso de inmediato a los servicios de emergencia, que no pudieron salvar la vida del operario con 12 años de antigüedad en la empresa.

Talleres Berasategui, que se dedica a la calderería pesada, reanudó el martes pasado el trabajo tras la parada en las actividades no esenciales decretada por la crisis sanitaria, periodo en el que la plantilla permaneció en casa con un permiso retribuido recuperable. Desde el sindicato LAB se apuntó a que la compañía no ha presentado aún el preceptivo protocolo de prevención ante el coronavirus.

«Estamos viviendo momentos duros, tanto los y las trabajadoras como la sociedad en general. Nos han obligado a volver al trabajo aunque nuestra salud y nuestra vida no estén garantizadas y la situación no está controlada. Las instituciones públicas y la patronal han dado prioridad al capital ante la vida de los y las trabajadoras», lamentó la central, que atribuyó esta muerte a la «actual situación de presión y tensión».

«Tenemos claro que para acabar con la violencia laboral han de garantizarse unas condiciones de trabajo y vida dignas. Tenemos derecho a volver a casa con vida. Necesariamente debemos construir un nuevo modelo donde por encima del beneficio económico, la prioridad sea la salud de los y las trabajadoras», expuso LAB.

En esa misma línea, ELA exigió una investigación que esclarezca lo ocurrido y que sirva para depurar las posibles responsabilidades, pendientes de que Osalan determine las causas de esta nueva muerte en el trabajo. Un día antes, un transportista murió en el puerto de Pasaia en un accidente que se está investigando, al igual que el acontecido en Papelera San Andrés, en Atarrabia, en el que un operario resultó herido muy grave al quedar atrapado bajo varios fardos de papel que cayeron sobre él.

Piden un «cambio radical»

«Es inaceptable que tantas personas trabajadoras estén falleciendo en su puesto de trabajo cuando a día de hoy existe una normativa clara en materia de prevención y medios adecuados para evitar los accidentes. Las cifras hablan por sí solas y deberían ser suficiente para que tanto las instituciones como la autoridad laboral den un cambio radical a su política de prevención y salud laboral», reclamó ELA en un comunicado.

Esta central demandó «poner la seguridad laboral en un lugar prioritario de la política institucional» y que se obligue a las empresas a que cumplan con la normativa en materia de prevención y salud laboral.

Al margen de pronunciamientos sindicales, los ayuntamientos de Laudio y Arrigorriaga también se posicionaron tras la muerte del trabajador en Talleres Berasategui. La junta de portavoces del Consistorio laudiotarra denunció la muerte de su vecino y trasladó sus condolencias a su familia, amistades y compañeros de trabajo. Ademas, se adhirió a las movilizaciones que se convoquen.

En similares términos se pronunció el de Arrigorriaga, que exigió a responsables empresariales que adopten las «medidas necesarias» para evitar que haya más personas trabajadoras que no regresen a su domicilio tras acudir a su puesto de trabajo.