«Hoy les he dicho a los jugadores que la temporada en serio empieza esta noche». Palabra de Dusko Ivanovic y a tragar saliva tocaba, porque el Alba de Berlín acababa de imponerse por 81-57 en el tercer regreso del técnico de Bijelo Polje a Gasteiz. Era el 26 de diciembre y Kirolbet Baskonia, tras destituir a Velimir Perasovic, había tocado fondo.

30 de diciembre de 2019. Llegó, el titular. «La nostalgia y la esperanza son los más crueles asesinos, porque tapan el presente, que es lo único que me importa». A pesar de que el látigo y los gritos hubieran pasado a la historia, los lacónicos discursos de Ivanovic están plagados de cargas de profundidad, poesía a veces. No son lemas publicitarios, sino mandamientos para inocular su credo. ¿Qué menos se puede esperar de alguien que es capaz de pedir matrimonio bajo los acordes de la canción I’m your man, de Leonard Cohen?

Aunque el epíteto «paternalista» tiene connotaciones negativas, este Dusko Ivanovic es igual de exigente, pero más «paternal». A sus casi 63 años, no escatima un grito si lo cree necesario –el tiempo muerto contra Nik Stauskas ante el Real Madrid; otro tiempo muerto a Shengelia ante Unicaja en esta Fase Final de Valencia–, pero su mano izquierda es mucho mayor que en su primera época.

En estos seis meses, su insistencia en subrayar que su plantilla ha estado formada por «buenos chicos» ha sido notable. «Son buenos chicos, con ganas de hacer algo grande, pero al que les notaba cierta falta de carácter o de mentalidad», dijo en aquella presentación.

Una foto cambiante

Reza Juanan Morales, actual presidente del Joventut, que Ivanovic es el que mejor te explica el porqué de tener que poner ese bloqueo. Exigente y metódico sí, pero dialogante y capaz de adaptarse a los tiempos cambiantes, también.

«La escuela balcánica avasallaba por explotar el físico de sus elementos, pero ahora hay que saber gestionar el descanso, y Dusko lo ha logrado», remata el maestro Xabier Añua.

«El entrenador influye, pero ni mete canastas ni defiende», advirtió en su llegada. Seis meses después, con la Liga en la mano, Ivanovic afirmó que sus «chicos» son «buenos alumnos». Y dejó su visión del sufrimiento. «El sufrimiento, si le das sentido, se convierte en motivación, y es placer». El poeta guerrero lo volvió a hacer.

Rokas Giedraitis será el primer refuerzo de la reconstrucción del Baskonia

Tornike Shengelia está a punto de firmar por tres campañas con el CSKA de Moscú. Shavon Shields firmará por dos años con Armani Milano. Vildoza tiene sus cantos de sirena moscovitas, y no parece que Granger, Micheal Eric o Janning vayan a continuar. Kirolbet Baskonia se tendrá que reinventar otra vez.

El lituano Rokas Giedraitis será la primera pieza que se incorpore para el Baskonia 2020/21. Con Aíto García Reneses, el alero ha promediado 13,4 puntos y 4 rebotes en el Alba Berlín, y en Gasteiz espera seguir creciendo como jugador.A.G.