Imanol CARRILLO
Fórmula Uno

Última oportunidad para Sebastian Vettel de ser campeón con Ferrari

El alemán pilotará por última vez para la escudería italiana en un calendario atípico con ocho carreras definidas y a la espera del resto debido a la crisis sanitaria del coronavirus. Lewis Hamilton, con su Mercedes, se postula como el favorito a alzarse con su7º título mundial, igualando a Michael Schumacher.

En su 70º aniversario, “al Gran Circo le crecen los enanos”. La crisis sanitaria no solo ha golpeado a la F1; lo ha hecho en todo el mundo estos últimos meses. Los monoplazas no han sido ajenos al coronavirus, y este fin de semana se ‘retoma’ la competición, parece que definitivamente, con el Gran Premio de Austria para completar un calendario 2020 aún hoy muy en el aire.

Allá por el 15 de marzo el Gran Premio de Australia iba a dar el pistoletazo de salida a la temporada de la mayor competición automovilística. A pesar de que el mundo había comenzado a confinarse, todo estaba preparado para que los semáforos del circuito de Melbourne se encendiesen… hasta que prácticamente un día antes de comenzar, el coronavirus lo paralizó todo.

Cuatro meses después, las 10 escuderías –20 pilotos– parecen estar preparadas para pelear cada una por sus objetivos. El reto más ambicioso será el de Mercedes, que una vez más defiende título de pilotos y de escuderías –este año busca la séptima victoria de manera consecutiva–, sobre todo con el inglés Lewis Hamilton, que estará secundado por el finlandés Valtteri Bottas.

Las flechas plateadas también tienen una nueva arma con el DAS (dirección de doble eje), un ingenioso dispositivo que permite a los pilotos modificar la geometría de las ruedas delanteras empujando o tirando del volante, cuyo beneficio no puede evaluarse en las carreras.

Sobrepasar a los Mercedes es lo que querrá Ferrari, que cuenta con un Sebastian Vettel que conducirá por último año el monoplaza rojo, y el monegasco Charles Leclerc, una de las joyas del paddock que podría despuntar definitivamente este mismo año y que, casualmente, es el piloto que más años de contrato tiene de la actual parrilla –firmó hasta finales de 2024–.

Red Bull también ha puesto toda la carne en el asador y el holandés Max Verstappen –con contrato hasta finales de 2023–, uno de los pilotos más agresivos actualmente en la parrilla, es su baza para intentar destronar a Hamilton. Su compañero de equipo será Alexander Albon. Renault, con Daniel Ricciardo y Esteban Ocon, así como McLaren, intentarán dar un salto cualitativo, esta segunda escudería con Lando Norris y un Carlos Sainz motivadísimo a sabiendas que el año que viene le espera el Ferrari de Sebastian Vettel.

Alpha Tauri (ex Toro Rosso) –Pierre Gasly y Daniil Kvyat–, Haas –Romain Grosjean y Kevin Magnussen–, Racing Point –Sergio Pérez y Lance Stroll–, Alfa Romeo –Kimi Raikkonen y Antonio Giovinazzi– y Williams –George Russell y Nicholas Latifi– intentarán ser los primeros de su liga particular.

El calendario es toda una incógnita. Solo se conocen las primeras ocho carreras, todas ellas en Europa y sin público. Sin embargo, para el final de la temporada a mediados de diciembre en Abu Dhabi, el director deportivo Ross Brown espera organizar entre 15 y 18 carreras, lejos del número récord de 22 inicialmente programado.

Este calendario más denso de lo habitual, con dos bloques de tres carreras en tres semanas, podría ser una pesadilla para las escuderías en cuanto a cualquier problema técnico se refiere, así como con los componentes o los propios coches.

Protocolo sanitario

La F1, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) y los equipos aprendieron del positivo que dio un miembro de McLaren en la víspera de lo que debería haber sido el GP inaugural 2020 en Melbourne y desarrollaron un código de conducta a la que debe adherirse cada participante.

Esto significa que además de la ausencia del público, proporciona un número reducido de personas en el sitio, controles de salud regulares o la separación en grupos de los presentes para limitar los riesgos de contagio.

Según explicó Ferrari en los test realizados la semana pasada en Mugello –por motivos de reglamento, que impide usar los coches del mismo curso, Vettel y Leclerc rodaron al volante de un Ferrari SF71H de la temporada 2018–, la prueba se realizó en las mismas condiciones de trabajo que los equipos experimentarán en Austria para la prueba inicial de la temporada 2020, con mecánicos e ingenieros trabajando con máscaras y respetando el distanciamiento social en una disposición modificada del garaje. Vettel y Leclerc hicieron lo mismo cuando cambiaron los asientos en el SF71H en la hora del almuerzo.

Se limitará el número de miembros de las escuderías presentes en la parrilla de salida y se producirán ajustes en algunos procedimientos de carrera, como la salida o el reinicio de las mismas; así como en la ceremonia del podio. También se modifica la normativa en cuanto a la asignación de los neumáticos por parte del suministrador único, Pirelli, con miras a una mayor flexibilidad, tanto para este, como para la propia FIA. En lo que respecta al reglamento técnico de este año y el siguiente, se modificará el caudal de combustible de carga parcial y el número de componentes homologados introducidos recientemente.

Para 2021, en el reglamento deportivo destacan los refinamientos a las restricciones de pruebas aerodinámicas; mientras que en el reglamento técnico se limitarán, para ahorrar costes, el número de versiones de software que cada equipo podrá emplear esa temporada, así como la cantidad de formulaciones de combustible y especificaciones de aceite del motor.

El protocolo para combatir el nuevo coronavirus se examinará con lupa en la F1. Sobre todo porque, en las últimas semanas, los primeros eventos deportivos internacionales organizados desde el inicio de la pandemia no han sido ejemplares, comenzando con el Adria Tour del tenista Novak Djokovic, donde varios jugadores dieron positivo.

«Black Lives Matter»

La escudería Mercedes competirá este año con monoplazas negros, en lugar de plateados, en una declaración «contra el racismo y la discriminación en todas sus formas». La base de los coches de Hamilton y Bottas será totalmente negra, uniéndose al movimiento “Black Lives Matter” que se desató en las últimas semanas después de la muerte por asfixia de George Floyd en los Estados Unidos, víctima de la violencia policial.

El piloto británico, a quien le siguieron los organizadores del Mundial de Fórmula 1, se ha mostrado «triste y decepcionado» por las declaraciones del exjefe del campeonato Bernie Ecclestone, quien dijo que las personas negras a menudo son «más racistas que los blancos».

El piloto inglés consideró que este es «el momento del cambio» y anunció que no dejará de trabajar «para crear un futuro inclusivo», para que el automovilismo «ofrezca igualdad de oportunidades para todos» y para «conseguir un mundo que brinde las mismas oportunidades para las minorías». «Continuaré usando mi voz para representar a aquellos que no tienen una», concluyó. Su séptimo título mundial también sería una voz en ese objetivo.