A nadie asombra que el sprinter colombiano del UAE Team Emirates Fernando Gaviria ganara ayer en Villadiego, en la segunda etapa de la Vuelta a Burgos. Pero sí resultó chocante que lograra un triunfo de tal autoridad luego de verse sin tres compañeros de equipo, aislados por haber estado en contacto con un positivo por covid-19.

Para más inri, los aislados fueron los tres compatriotas del velocista antioqueño. Sebastiano Molano –uno de los habituales lanzadores de Gaviria–, Cristian Muñoz y Camilo Ardina no salieron en la segunda etapa de la Vuelta a Burgos, debido a que el pasado sábado estuvieron en contacto con una persona que dio positivo en la covid-19 y permanecen aislados en un hotel de Burgos.

Estos tres corredores se unieron a Itamar Einhorn y Alex Dowsett del Israel Startup Nation, que también tuvieron que ser apartados de la carrera castellana el pasado martes debido a un positivo relacionado con un compañero de equipo.

Uno de los factores que facilitó el triunfo del velocista sudamericano fue la caída del corredor de Kern Pharma Enrique Sanz. El de Orkoien se cayó en la última curva, lo cual diseminó el pelotón, facilitándole la labor a Gaviria, ya lanzado en pos de una victoria que él mismo calificó como «muy sabrosa», tras haber pasado el coronavirus hace varios meses. Gaviria confirmó su positivo el 12 de marzo.

«Esta victoria sabe especialmente bien. Después de haber pasado este virus y tanto tiempo sin poder correr y sin saber si íbamos a poder volver a competir. Además, es una victoria todavía más especial al no disponer de tres compañeros, lo que nos ha obligado a ir más escondidos a lo largo de la etapa», declaró el ciclista de La Ceja.

Picón Blanco, el primer test

La Vuelta a Burgos llega hoy a Picón Blanco, tras salir desde Sargentes de La Lora y superar cinco dificultades montañosas –todas salvo la última, de tercera categoría– en 150 kilómetros. Será este un primer test serio con el que se va a empezar a cribar qué ciclistas podrán disputar la clasificación general.

Por eso, esta segunda etapa, pese a la velocidad con la que discurrió en la parte final, no tuvo más que aromas de transición, dejando hacer a una escapada sin futuro, para después jugársela en la llegada masiva, como bien marcaba el guión.

Un quinteto de aventureros formado por Joel Nicolau (Caja Rural), Ángel Fuentes (Burgos BH), Riccardo Verza (Kometa), Kiko Galván (Kern Pharma9 y Alessandro Fedili (Team Nippo Delko) protagonizó una fuga que tuvo hasta cinco minutos de renta.

Cinco minutos sobre un pelotón que tiró de calculadora y que, cuando se puso serio, no dejó lugar a las dudas, consiguiendo neutralizar a los fugados a falta de 15 kilómetros, con todo preparado para el sprint.

Al final, Fernando Gaviria pudo homenajearse y homenajear a sus compañeros aislados, mientras que la Vuelta a Burgos prepara su primer gran test.

Gotzon Martín, líder de la montaña en Euskaltel

El corredor del Euskaltel Euskadi y líder de la montaña en la Vuelta a Burgos, Gotzon Martín, afirmaba ayer que «tener el maillot de la montaña hasta Picón Blanco es bueno» para su equipo.

El ciclista de Orozko señalaba en declaraciones hechas a los medios, que «es un objetivo que tenía el equipo» y lo calificaba como «un hecho bonito poder lucirlo al menos dos días».

El corredor vizcaino estuvo en la fuga de la primera etapa junto a otros tres corredores y afirmaba que «era la intención del equipo» con el objetivo de «dar visibilidad» a la escuadra naranja. Tras la jornada de ayer, Martín podrá luchar por los puntos en los pasos previos de tercera anteriores a Picón Blanco.A. G.