Jon ORMAZABAL
Deportivo Alavés

Machín dirigirá al Glorioso en el doble reto del centenario

El técnico soriano firma por una temporada en busca de la estabilidad que ni el club ni él han tenido durante los últimos años.

Tras sondear varias opciones, la dirección deportiva del Glorioso firmó ayer, día de La Blanca, a Pablo Machín como el técnico encargado de dirigir al primer equipo albiazul en la temporada del centenario, un año que, al margen de todo lo simbólico, esconde un reto aún más importante, el de que el Deportivo Alavés aguante su sexta temporada consecutiva en Primera, algo inaudito en la larga historia del equipo gasteiztarra.

El nuevo inquilino del banquillo más inestable del planeta –será el entrenador número 30 en los 20 años que llevamos de siglo– tiene 45 años y arrancó su carrera en las categorías inferiores del CD Numancia de su Soria natal, en cuyo primer equipo jugó como lateral derecho hasta que una lesión de rodilla le hizo cambiar el césped por el banquillo. Sus primeros pasos como técnico los dio como segundo de Enrique Martín Monreal y en la temporada 2011/12 cogió las riendas del primer equipo.

En marzo de 2014 fichó por el Girona FC, equipo con el que logró el ascenso a Primera (tras perder primero un play-off precisamente ante el Osasuna de Martín en 2016) y la permanencia, con una gran décima plaza la siguiente temporada.

Sin continuidad

Estos éxitos con el equipo catalán hicieron de Machín uno de los entrenadores más prometedores de la Liga española, pero fuera de Montilivi no ha sido capaz de repetir esos buenos resultados. El Sevilla apostó por él y le dio la oportunidad de disputar la Europa League, pero su trayectoria en el equipo andaluz fue claramente de más a menos y no terminó la temporada en el banquillo de Nervión.

La pasada temporada fue el Espanyol el que le ofreció la dirección de su primer equipo pero solo dirigió a los periquitos, que terminaron descendiendo, durante 10 partidos.

Los planes de Pablo Machín para la temporada que viene pasaban por la Liga china, tenía un precontrato con el Qingdao Huanghai, pero con opción de romper esta vinculación antes de viajar, que es cuando ha llegado la oferta albiazul, que le ha hecho cambiar de planes.

Esquema muy marcado

De lo que parece bastante más convencido es de su esquema de juego, ya que hasta ahora ha jugado con un estilo muy marcado. Al nuevo técnico albiazul le gusta jugar con tres centrales y los laterales se convierten en carrileros de mucho recorrido, algo que le debió quedar marcado en su época de jugador, ya que ejercía de lateral derecho. A falta de posibles refuerzos y lo que depare el mercado, Laguardia y Rodrigo Ely parecen fijos en dos de esos tres puestos de central, donde Ximo Navarro también podría tener acomodo por la derecha. Rubén Duarte y Martín Agirregabiria serían, de momento, sus laterales.

Los que le conocen dicen que la competitividad es, junto con el trabajo, otra de sus máximas, por lo que parece encajar en esa búsqueda de un Dusko para el equipo de fútbol de Kerejeta.

En este sentido, es un técnico que exprime lo mejor de sus jugadores, Portu, actualmente en la Real, Granell y, sobre todo, un Pere Pons con el que volverá a encontrarse en el Glorioso, serían los mejores ejemplos. El centrocampista albiazul fue reclutado por Machín para el Girona cuando jugaba en el Olot de Tercera, lo hizo debutar en Segunda y cuajó una gran temporada en Primera de su mano.

El pivote catalán no tuvo el protagonismo esperado la pasada temporada, pero la llegada de Machín puede ser un revulsivo para el centrocampista.

Pese a esa rigidez en cuanto a su esquema de juego, Machín no es un entrenador de cerrarse puertas a la hora de hacer jugar a su equipo, pues le gusta tener la posesión del balón pero sin renunciar a las transiciones rápidas. Eso sí, es un estudioso del fútbol y las jugadas a balón parado y la estrategia, incluso los saques de banda, adquieren una gran importancia.

Las pautas parecen adecuarse al estilo del club, pero lo importante, tanto para el Glorioso, como para Machín, será adquirir, por fin, cierta estabilidad.